CON EL GRITO ATORADO

Nueva Chicago ayer al mediodía enfrentó a su par de Platense en Mataderos, y en partido que estaba abierto para cualquiera de los dos, el torito de Mataderos fue quien obtuvo las chances más claras para conseguir la victoria, pero una gran actuación del aquero visitante, más la mala fortuna a la hora de definir, hicieron que el resultado quede en tablas y que ambos equipos queden en cero.

El conjunto de Mario Franceschini tenía la posibilidad de superar a Brown de Adrogué y escalar una posición más para acomodarse de cara al reducido, pero enfrente no la tenía fácil, estaba Platense que necesitaba la victoria para poder achicar la distancia con el torito y de esta manera ingresar entre los primeros “cuatro privilegiados” que jugarán el primer partido del “mini certamen” de local y con ventaja deportiva. Finalmente, ninguno de los dos pudo cumplir su objetivo.

Ya con el partido en marcha, el calamar fue quien dio la primera sensación de gol, luego de que un centro de la banda derecha sea capturado por Molina que le da una excelente dirección, pero Daniel Monllor estuvo atento y pudo desviar el buen cabezazo del delantero. Chicago reaccionó rápido y a los pocos minutos respondió con la misma fórmula pero diferentes actores, Gomito tira el centro y Alfaro es quien pone la cabeza para enviar el balón cerca del poste derecho, pero el arquero visitante tuvo una buena reacción e impidió la ventaja verdinegra.

Con estas llegadas consumadas, parecía que el encuentro sería emocionante y con varios gritos, pero de a poco se fue desinflando, el local dudaba en el medio y el marrón se venía por su lado izquierdo, aprovechando la desorganización entre Scifo, Testa y Lemos, mientras que Chicago intentaba con la asociación “Serrano-Gómez” pero el primer nombrado, no tuvo una gran tarde, y eso afectó al buen funcionamiento del equipo.

Ya en el complemento, Platense se conformó con el empate y comenzó a realizar “su partido”, demorando cada jugada posible y tratando de llegar al arco rival con alguna contra que quede por ahí, en cambio el torito fue ahí donde se hizo fuerte y sacó una pequeña luz de ventaja para hacerse merecedor de la victoria.
Gomito junto a Gabriel,su hijo.

Bajo un gran partido de Christian Gustavo Gómez, que cumplió su partido número 250 con la de Chicago, el equipo intentaba ir al ataque en busca del gol. Situación que encontraron tres veces pero la mala suerte, la falta de definición, o como usted quiera llamarlo, provocaron que los hinchas queden con el sagrado grito atragantado.

La primera fue para Alfaro, que luego de un centro de Ramirez, el nueve titular volvió a cabecear la pelota dentro del área, pero Angeloti tuvo otra gran respuesta y ahogó las esperanzas de abrir el marcador. La siguiente fue obra de gomito que dentro del área se deshace de sus rivales y al quedar mano a mano con el guardameta, le da muy abajo a la pelota y ésta se estrella en el travesaño, increíble. Pero el fútbol le dio otra oportunidad, en donde Gómez, luego de una jugada “maradoniana” que arranca desde la mitad de cancha y recién se detiene en la puerta del arco, tiene la chance de definir pero nuevamente Angeloti se hace protagonista deteniendo el paso del jugador verdinegro.

Los minutos se consumían y Chicago, de a poco, se pinchaba, para colmo, Serrano debió salir lesionado (tuvo una contractura) y fue reemplazado por Bochi.

Ya al final del partido la gente dejó un claro mensaje, el partido que viene “cueste lo que cueste” tenemos que ganar…