Nueva Chicago viajó hacia el conurbano bonaerense, más precisamente, a Morón para enfrentar al clásico de esa localidad, por la 41º fecha del Torneo 1ra B Metropolitana.
En este encuentro no estaban en juego los tres puntos, ya que Morón está salvado de la promoción y espera que termine este nefasto año, mientras que Chicago ya está clasificado para el reducido. En este clásico se jugaba el honor porque ambos clubes llevaban en el historial 24 victorias y 105 goles a favor, sin dudas el más ajustado…
Con ese plus en juego, Chicago fue quien se tomó las cosas enserio, los jugadores verdinegros jugaron un gran partido y, con buen fútbol y corazón, lograron traerse la victoria de una cancha complicada si las hay en la categoría.
El primer golpe verdinegro fue tempranero, a los cinco minutos, los “cerebros” del conjunto visitante fueron los protagonistas del primer gol, desborde y centro de Julio Serrano, cabezazo de Christian Gómez, que luego de rozar en un jugador del “gallo” entra para la alegría de los dirigentes y jugadores que estaban en la vacía tribuna, debido a que el público visitante no puede acudir.
Golpeado por el tanto y empujado por su gente, Morón fue en busca del empate, pero no era preciso y regalaba la pelota, asunto que pudo ser muy favorable para el torito que salió de contra varias veces pero no logró concretar. Pero el local iba igual, a los ponchazos pero intentaba y fue así como se dio el empate transitorio, centro de la derecha y Sebastián Perez de cabeza la coloca en el ángulo, imposible para Monllor.
Gol de Carboni, el tercero de Chicago |
El resultado volvía a estar a favor, y la situación se repetía, la gente se enardecía y los jugadores locales no respondían, primero porque no lograban dar dos pases seguidos, y luego porque la presión de los visitantes daba efecto, se recuperaban todas las pelotas y se pasaba rápido al ataque.
El primer tiempo culminó de esa manera, y el complemento comenzó mucho mejor.
Mario Franceschini, lejos de tirar al equipo atrás, apostó por más y tuvo premio…
A los 55 minutos, tras una jugada colectiva, en donde Serrano se la dió a Ramirez para que éste coloque un centro directo a la cabeza de Scifo que se la baja con sutileza a Carboni que desde el suelo logra tocar la pelota para meterla dentro de la red y desatar la ira local, Morón perdía y por baile, para colmo a los 72 Gerardo Martinez vió la roja y se fue a las duchas antes de tiempo.
Morón era una sombra y ensima el toro buscaba más, Mario colocó a Berón por Gomito y le dio velocidad al equipo, más tarde ingresó Vinaccia por Bochi y con este cambio el sector derecho fue un festín verdinegro, que de no ser por el arquero local, hubiese sido una goleada más abultada aún.
Ya para los aplausos desde la casa de cada hincha de Chicago, salió Carboni e ingresó Cristian Alfaro.
Final y alegría en Chicago |
Los últimos minutos del partido podrían haber sido el sufrimiento puro si el local se lo hubiese propuesto, pero el corazón y la entrega de los jugadores (caso Ramirez o Testa, por no nombrar a todos) lo impidieron y es por eso que Nueva Chicago consiguió una victoria importantísima para ponerse arriba en el historial.
Vení Morón, sumate al baile, Chicago te invita….