UN MAL DÍA

¡Vamos verde!
Tras una ronda completa sin perder de visitante, (NdR: la última había sido ante Tristán Suarez, próximo rival) Nueva Chicago cayó en el Beranger ante un Temperley que golpeó desde el arranque y se cuidó bien en el fondo logrando quedarse con la victoria.
Presión y búsqueda del error defensivo. Eso es lo que buscó el equipo comandado por Ricardo Rezza que lo encontró a los ocho minutos, tras un córner cuando Tauber despeja corto,  la defensa no logra rechazarla y Luis López define para madrugar a toda la visita.
Lejos de desesperarse, el verdinegro siguió fiel a su estilo, pelota al piso y desde el fondo comenzaba a hilvanar una serie de pases para luego llegar al fondo y lastimar. Pero las inclemencias climáticas produjeron que el césped estuviera muy mojado y poco firme, lo que provocaba varios errores y tropezones, a la hora de trasladar la pelota.
Uno de los mejores equipos del Ascenso, posa en Temperley
El local con un esquema más mezquino y a pelotazo limpio, supo superar la barrera del campo de juego y los once Celestes no sufrieron las complicaciones de Chicago.
Poco y nada en un primer tiempo que careció de situaciones de riesgo para ambos equipos.
Ya en el complemento, el conjunto de Pablo Guede tomó la posesión, se adueño de la pelota, intentó por las bandas, por el medio, por cualquier lugar imaginable, pero Rezza plantó a 10 de los 11 jugadores en su propio campo y cerró la persiana desde el minuto 0 del segundo tiempo.
A los 25, Chicago intentó dar un golpe sorpresa a incluir a dos rapiditos como Petrovelli y Caballero (ya había ingresado Baldunciel), pero en ese mismo instante el local dio el golpe de knock out bajo la suela de Brian Cucco.
Melo intentó por ambas bandas pero no logró porfundizar
El dos a cero golpeó a un verdinegro que nunca resignó su forma de juego, pero no pudo quebrantar el fondo Celeste. Los delanteros visitantes contaron con situaciones de gol, pero si el arco se mantuvo en 0, no fue sólo por la defensa, sino por la gran actuación de Federico Crivelli que tapó y rechazó toda pelota que merodeaba en el área chica.
La lluvia cada vez complicaba más, los minutos corríeron a favor de Temperley y el torazo de Mataderos se quedó con las manos vacías. Con el grito de campeón atragantado. Pero calma, hay revancha rápidamente, ya que el miércoles a las 15.05 recibirá en Mataderos a Tristán Suarez con arbitraje de Julio Barraza. La gente explotará, como es una costumbre, las tribunas a la guarda de un cotejo histórico. ¡DALE VERDE QUE NO HA PASADO NADA!