Por siempre y para siempre. Así se recordará al querido
Rodolfo Motta, artífice de hazañas históricas, de salvatajes impensados y de
una relación con el hincha imborrable e inolvidable. En modo de homenaje, repasamos su carrera y
dialogamos con Federico Higuaín, uno de los jugadores emblemas del plantel que
ascendió de su mano en el 2006 ante Belgrano de Córdoba.
Surgido de las Inferiores del club, debutó como jugador en
1961 y pasó por varios clubes a lo largo de su carrera como Sportivo Italiano,
Deportivo Español, Estudiantes de Buenos Aires, Morón, Excursionistas y
Quilmes. En 1982 le tocó el turno de ponerse el traje y ser él el que daría las
indicaciones. Tras un breve paso por el
pincha de Caseros, cayó en su primer, y se podría decir único, amor, Nueva Chicago.
En ese momento la responsabilidad no era chica. El
verdinegro jugaba en Primera y el objetivo era mantenerse en la elite del
fútbol argentino, meta que Mota, pese a su inexperiencia como mandamás, logró
cumplir fiel a la historia del club ya que el torito logró mantenerse en la
última fecha venciendo a Racing por 1
a 0 en La Bombonera.
Tras la salvación, Motta comienza una etapa en su vida en la
que se puso el buzo de DT de varios equipos del ascenso como Arsenal, Platense,
Morón, Temperley, Chaco For Ever y Racing de Córdoba hasta 1991. En 1993
tendría revancha en el verdinegro y colocó a Chicago en la sexta ubicación con
46 puntos producto de 16 ganados, 14 empatados y 12 perdidos. ¿Lo más recordado
de esa época? La goleada 6-0 a
Morón en Mataderos con goles de Hector “Pocholo” Sanchez, Mario Marcelo, Ramón
Mendez (2) y Gustavo Gonzalez (2).
Tras ese paso con
varias emociones, “rulo” dejó el club para dirigirse en 1994 a Quilmes, mientras que
en 1995 pasó por Ferro, luego por Almirante Brown de Arrecifes, donde logró el
ascenso a la B Nacional,
regresó a Estudiantes de Buenos Aires y en 1999 volvió a Nueva Chicago para
cumplir su tercer ciclo, el que sin dudas fue uno de los más importantes para
la rica historia de nuestro club ya que se encontraba muy comprometido con el
descenso y su permanencia en la
Segunda ategoría peligraba. Pero en la última fecha de dicho
certamen, sí como en el 83, los dirigidos por Motta enfrentaron a Arsenal de
Sarandí en cancha de Lanús y con gol de Facundo Arguello en el último minuto
empató el encuentro para que las miles de personas que se encontraban ubicadas
en la popular local deliren y griten ¡CHICAGO NO SE VA! Éste partido fue el que
posibilitó, un año después, que el torazo de Mataderos ascienda a Primera División
de la mano de Vega y Traverso como DT’S.
El 13/12/06 Chicago venció a River por 2-1 con goles de Higuain y Martinez. Éste fue uno de los últimos partidos de Rodolfo |
Federico
Higuaín, goleador de la última era de Motta en el club (NdR: Nacional B
2005/2006 15 tantos y Apertura 2006 en Primera División 10 gritos). Actualmente
en el Colombus de Estados Unidos, el “Pipita” manifestó su dolor por lo
sucedido: “A pesar de los años siempre guarde un hermoso recuerdo de él y su
familia por haberme ayudado en los inicios de mi carrera, una persona buena, de
barrio, con mucho carisma y facilidad para hacerse querer. Mis mas sentidos
saludos a su familia.”
Grande por dónde se lo mire, así nos despidió esta grata
persona que se metió en la historia de Chicago por su forma de ser, su humildad
y sacrificio tanto en tiempos de adversidades como en los de buenas rachas.
Rodolfo siempre vivirá en Mataderos…