Nueva Chicago no tuvo contundencia y empató ayer por la tarde
ante Boca Unidos en Mataderos, 0 a 0. En un partido que comenzó de manera
vibrante, fue lentamente decayendo para culminar en un pozo de dónde los dirigidos por
Labruna no pudieron salir del cero.
La victoria en Pergamino dio indicios de que la mentalidad y
el juego del equipo estaban cambiando y si uno ve los primeros treinta minutos
del partido disputado hoy en casa, sin dudas se esperanza. Porque el verdinegro
fue amplio dominador del juego con un David Barbona encendidísimo que hizo de
enganche y se coordinó a la perfección con Gómez y Ruiz, pero el cerrojo
defensivo utilizado por Boca Unidos no tuvo fractura en ningún momento. Que los
once jugadores del equipo correntino estén en su propio campo fue el primer
inconveniente de la tarde, que Chicago supo, en la primera etapa, superarlo ya
que desde afuera fueron varias las oportunidades que tuvo pero en ninguna de
éstas estuvo en riesgo el arco defendido por Garavano. La visita de contra
intentaba generar peligro, pero la defensa local no presentó fisuras en los 90
minutos y por primera vez en el torneo se fue con el arco propio en cero.
Ya en el arranque del segundo tiempo, Omar Labruna puso en
cancha a Gagliardi por Ruiz y con esto Chicago perdió velocidad y desbordes. El
nivel fue cayendo con el correr de los minutos y las piernas cada vez pesaban
más debido al extenuante calendario. Gómez, que igualó a Loyarte en cantidad de
partidos con la camiseta más linda, fue reemplazado por Benitez que hizo su
debut, mientras que paralelamente David Barbona fue reemplazado por Emanuel De
La Fuente. Sin los tres creadores de juego y con Matos y Benitez nada más que
abocados al ataque, los locales no generaron situaciones de riesgo alguna, y
menos aún cuando Damián Lemos a los 80 vió la segunda amarilla y debió irse a
las duchas antes de lo estipulado. Del lado de Boca Unidos, poco y nada. Recién
con un jugador más intentó llevarse los tres puntos, pero al escuchar el pitido
final de Nicolás Lamolina se fue contento a Corrientes. No es el caso del dueño
de casa, que quería ganar para continuar por la senda de la victoria.
La próxima fecha será de visitante ante Instituto de Córdoba
el domingo a las 20. Una ciudad que a Chicago le sienta bien y buscará
continuar con su mística para seguir en la lucha por uno de los cinco ascensos que se otorgarán en este torneo de transición de la B Nacional.