PUNTO QUE SUMA


Final y abrazos. Chicago está más prendido que nunca
 Nueva Chicago empató ayer por la tarde en Corrientes ante Boca Unidos y el empate dejó mejor parados a los de Mataderos para lo que resta del torneo.

Con un clima agobiante por el calor, Chicago visitó tierras correntinas en busca de seguir afianzado a la ilusión. Del otro lado se encontraba Boca Unidos obligado a ganar para seguir prendido en la lucha, es por eso que en Corrientes se vivió el partido como una verdadera final.
Con estos condimentos en cancha el partido prometía ser muy entretenido, pero no sucedió. El conjunto de Omar Labruna soldó su línea de cuatro en el fondo y buscó en la contra la manera de lastimar a su rival.
En el primer tiempo, el Torito de Mataderos tuvo oportunidad de abrir el marcador en varias ocasiones. Primero, a los cuatro minutos, lo tuvo Matos que no llegó a cabecear el centro ejecutado por Gómez desde la izquierda, luego dos minutos más tarde, avisó Gagliardi desde afuera, pero su remate se fue muy alto. El aurirrojo había arrancado dormido pero con el correr del reloj, fue despertando y presionando. La más clara para el local estuvo a los 25 minutos con un fuerte disparo de Raymonda que sacudió la red externa del arco defendido por Alejandro Sanchez. La visita no se daba por vencida y a los 40 pudo haber abierto el marcador, pero Garavano la rozó con sus guantes e impidió que el potente remate de Marcos Galarza llegue a destino.
Escudero sacó todo lo que le venía. Buen partido del central
En el complemento, presionado por su gente que ya se encontraba impaciente, el equipo de Carlos Trullet fue con todo su armamento y colocó tres puntas para poder quebrar el cero. Las buenas actuaciones de Galarza, Escudero, Caceres, Arias y Lemos provocaron que el sistema de juego local no surtiera efecto, ya que Chicago fue un cerrojo que solo se abrió una vez y José Sand, cuando lo tenía para definir, se topó con Sanchez que a puro reflejo atragantó el grito de Boca Unidos.
Por el lado de Chicago, Labruna movió el mediocampo para darle un poco de aire al equipo. Colocó a Melo, Barbona y Ramirez, en lugar de Gómez, Fattori y Gagliardi. Los ingresados aportaron dinamismo y velocidad, pero fueron pocas las situaciones que tuvieron para desequilibrar. Los minutos corrían y al verdinegro cada vez le asentaba mejor el empate.
Lemos y De La Fuente fueron claves en el medio
Tras cinco minutos de adición, Mauro Vigliano, decretó el final del encuentro. De esta manera Chicago, al igual que en el encuentro ante Douglas Haig, sumó un punto, pero lo más importante es que le impidió a uno de sus rivales directos, en este caso Boca Unidos, acortar la distancia de puntos, es por eso que el empate resultó siendo importante.
El sábado, habrá una nueva final. Será a las 17 ante Instituto y pese a que hay muchos equipos en la lucha y se deben dar una serie de resultados, de ganarle a la Gloria, Chicago podría tener una tarde soñada desde hace mucho tiempo…