Nueva Chicago sorprendió a La Bombonera y consiguió un
valioso empate en rodeo ajeno ante un Boca Juniors que en este 2015 había
ganado todos sus encuentros como local. Nunca den por muerto al verdinegro…
Partido accesible parecía ser para los hinchas Xeneizes que
llegaron a su estadio con una confianza plena, como si el equipo jugara un
amistoso. Lamentablemente, para ellos, se confundieron de encuentro, porque
enfrente se encontraba el equipo de Alejandro Nanía que recuperó la actitud que
lo caracterizaba el año pasado y a puro corazón consiguió un empate más que
digno que pudo haberse transformado en victoria en alguna contra que no supo
aprovechar.
Ordenado, concentrado y sin fisuras. Así jugó los 90 minutos
Chicago que realizó un desgaste físico descomunal de mitad de cancha para
adelante debido a que, en varias ocasiones, los delanteros debieron bajar al
sector defensivo para ayudar a los compañeros del fondo y poder recuperar la
pelota. Asó fue el caso de Solignac, Baldunciel y Ruiz, que desde abajo
arrancaban las contras y trataban de asociarse para generar alguna situación de
gol. El Mudo fue el que tuvo las más claras en el primer tiempo, pero la puntería
no estuvo fina y, sobre todo la segunda, pasaron cerca del arco defendido por
Guillermo Sara.

Pero si hablamos de rendimientos, no podemos obviar el de
Alejandro Sanchez, la figura de este Torazo. Con su temple y actitud se comió
crudos a los delanteros azul y oro. En el complemento el local fue con Calleri,
Chavez y Osvaldo como tridente de ataque pero ninguno pudo vencer al Oso que a
poco del final sacó de la galera una atajada magistral que dejó con la boca
abierta a Andrés Chavez ya que luego de hacer una tijera magistral, el uno de
Mataderos a puro reflejo le sacó la victoria y ser tapa de los diarios.
Chicago lo aguantó y dio la sensación de que si se animaba
lo podía ganar, pero había que arriesgar y el horno no está para bollos. Vigliano
marcó el final y los dirigidos por Nanía por primera vez finalizan con el arco
propio en cero.

Nanía va en busca de hacer de Chicago una fortaleza. Costará,
pero aún está a tiempo de hacerlo. En dos fechas demostró que el traje de DT no
le queda chico y que puede manejar este barco que intenta tapar los agujeros
que tiene. Hoy, en La Bombonera, el planteo de Nanía y las tapadas de Sanchez,
ambos Alejandros, dejaron deslumbrados a todos. De esta manera las victorias
serán más que las derrotas. Habrá que seguir así… ¡VAMOS CHICAGO!