Nueva Chicago sufrió más de la cuenta, pero demostró coraje y le ganó tres a uno a Aldosivi en Mataderos con dos goles de Gagliardi y uno de De La Fuente. Para colmo, volvió a jugar Christian Gómez y el estadio desbordó de aplausos y optimismo para las cuatro fechas que restan.
El Verdinegro vivió una fiesta completa en su casa. Con los pibes como estandarte Chicago supo no perder la cordura y se quedó con tres puntos de oro para seguir soñando.
La victoria comenzó a gestarse desde el medio y fue uno de los cincos quien pudo abrir el marcador tras un par de ovaciones malogradas. Grazzini metió y le quitó la pelota al rival, Carrasco la tomó y se la cedió a De La Fuente, que de primera le pegó para sorprender a Campodonico que no supo responder y puso las cosas 1 a 0 a favor del local, merecido. No conforme con lo estampado en el tablero, Chicago fue por más y lo consiguió a los 32 cuando el autor del primer gol se la devuelve a Gagliardi, que la había bajado de pecho, y el Tano fulmina al uno del Tiburón. Algarabía total en Mataderos, los de Forestello se iban al descanso 2-0 arriba y jugaba un gran partido.
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En el complemento las cosas se complicaron desde el principio y en un córner para los de Quiroz, Pezzota cobró agarrón de De La Fuente, le mostró la segunda amarilla y Diaz transformó el penal en gol. A partir de ahí, fueron 20 minutos de miedo cínico en donde Lanzillota y Vera (tras el penal había ingresado por Grazzini) se transformaron en las grandes figuras del partido. El 12 de achicado se lució en varias oportunidades y cuando las papas en el Republica de Mataderos quemaban, mientras que el volante central fue clave para mantener un orden en el medio y sobre todo, para gestar el tercero de Chicago que con uno menos se animó y otra vez, Gagliardi, volvió a facturar. Todo era sonrisas y descargo de tensiones en los de Forestello, pero aún faltaba lo mejor, ya que a 10 minutos del final entró el jugador más longevo de la Primera División, el
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que la lleva atada, el que no jugaba desde febrero pero ni se notaba. Si, ingresó Christian Gustavo Gómez para que las palmas de los espectadores queden coloradas a más no poder. Para colmo en la primera que toca casi la mete. Los hinchas se dieron el lujo de catar "ole" y desbordaron de alegría, optimismo y esperanza, sobre todo teniendo en cuenta el encuentro que se vendrá el próximo domingo a las 16 en Liniers ante Vélez. Una victoria que vale mucho, tanto desde la tabla como desde lo anímico. Chicago aún no está muerto y sueña.