Chicago
puso garra, corazón y se trajo los tres puntos de Liniers al vencer hoy por la
tarde a Vélez 2 a
1 con goles de Mauricio Carrasco y Alejandro Gagliardi. Con los pibes como
figuras, el verdinegro ganó por primera vez en el Amalfitani y sueña con la
permanencia.
Si había
un partido que el hincha quería ganar desde el heroico ascenso en Córdoba ante
los Jujeños, sin dudas era este, ante los “vecinos” que prepararon una fiesta
con cargadas incluidas que poco les sirvió e hicieron agrandar a los nuestros.
El
panorama no arrancó del todo alentador ya que a los dos minutos Emiliano Amor
tras el rebote de un córner colocó al Fortín arriba para que el público local
se ilusione con ganar el partido que le salvaría el año a los dirigidos de
Miguel Ángel Russo. Pero el Torito, o más bien, Torazo no bajó los brazos y rápidamente
a los 14, Carrasco aprovechó un grosero error de Somoza que se la quiso ceder a
su arquero pero el pase quedó corto y el número 29 la tocó de tres dedos para
descolocar a Aguerre y así igualar el marcador. A partir de ahí Chicago se
serenó y disputó cada pelota como si fuera la última, como la historia
verdinegra lo dice. Pudo ampliar la ventaja en dos oportunidades pero Lucas
Baldunciel no pudo estar fino y le perdonó la vida a un Vélez que iba con
muchos jugadores hacia delante y que luego no retrocedían.
Carrasco le pega de tres dedos y GOL de Chicago
En el
complemento los de Forestello le pagaron con la misma moneda a los locales y al
minuto de juego, como ante Aldosivi, Matías Vera desbordó por izquierda, envió
un pase al corazón del área y Gagliardi, afiladísimo, le pegó como venía ante
un portero ya rendido. Era el 2
a 1 para Chicago y la cancha se hizo un hervidero. El
juego brusco, el ir a trabar con la vida, se llevaron a Vera al vestuario tras
recibir la segunda amarilla a los 18 minutos. El verde debería resistir el
aluvión local y para esto ingresaron Puch y Leandro Caballero. Los minutos
corrían y las tribunas no soportaban el resultado, “movete Velez movete” fue el
hit de la tarde sumado a “Andate Russo la…”, es por eso que a los 37, parte de la
gente velezana decidió parar el partido para colocar una bandera que decía “tu
estilo de Bida”. El parate, lejos de perjudicar, sirvió para enfriar el
encuentro y recuperar las energías necesarias debido al desgaste de jugar con
uno menos casi todo el segundo tiempo. Ya con el partido reanudado, los de
Liniers fueron un manojo de nervios que no pudieron manejar, y menos aún cuando
llegaban al área y se encontraban con Federico Lanzillota, un arquero que hace
mucho tiempo pide pista y le llegó su momento. Con una gran actuación suya, más
la entrega de Baldunciel, los huevos de Matías Vera y el jogo bonito de Nicolás Giménez, Chicago dio batalla en un campo que siempre le fue difícil, y la ganó.
Final y desahogo. Los tres puntos fueron a Mataderos
No está
muerto quién pelea y el verdinegro con esta victoria se encuentra a cinco puntos
de Colón, con nueve a jugar. La tendrá difícil, pero hoy demostró que no se dará
por vencido. Por la vereda de enfrente, sabor amargo, muy amargo ya que había una
fiesta enorme preparada, hoy Chicago descendía en Liniers, pero no pudo ser, se
toparon con NUESTRO estilo de vida, el corazón, el sufrimiento por estos colores y, sobre todo, la pasión. Es por eso que hoy,
se festejan estos tres puntos…