UN AÑO PARA EL OLVIDO

No arrancó, ni terminó bien el año para Chicago
 Tras un 2014 soñado e irrepetible, el 2015 fue una total antítesis en dónde las luces de Primera, los refuerzos con marketing, el exceso de confianza dirigencial en el armado del plantel, provocaron que este año sea uno de los peores de la historia verdinegra al romper varios records negativos.

Este año arrancaba con la ilusión del hincha a tope, la Primera División era una realidad después de varios años y para colmo, a mitad de enero, el verdinegro volaba hacia Ecuador para presentarse en una serie de amistosos que enaltecían la imagen de la institución. Allí, los pibes adelantaron algo de lo que, meses después sucedería, ya que tuvieron un alto rendimiento y dejaron bien parados a Chicago. Con el correr de los días comenzaron a llegar los refuerzos y el que más retumbó sin dudas fue el de Matías Defederico, con todo lo que eso conlleva. El ex Independiente, entre otros, cayó en Mataderos y a la “farándula” deportiva  y del espectáculo, se le hizo agua la boca… El refuerzo de “renombre” poco, casi nada, hizo en sus seis meses de estadía y debió emigrar al fútbol turco en busca de recuperar el buen rendimiento que no tuvo en el Torito.
Omar Labruna no supo encontrarle
la vuelta al equipo
Pero esto fue tan sólo “algo” de lo que sucedió antes de arrancar el torneo, ya que Chicago, tras sus épicas historias en los ascensos del 2014 se hizo un nombre importante en este 2015 y fue invitado por Olimpo de Bahía Blanca para jugar una serie de amistosos bajo el nombre de la “Copa de Bahía Blanca” en donde también participaron Sarmiento de Junín y Godoy Cruz, y fue justamente ante el Tomba dónde esta suerte que venía teniendo el conjunto dirigido por ese entonces Omar Labruna, se vino abajo. En un fuerte choque el emblema, Christian Gómez, sufrió la rotura de ligamentos de la rodilla derecha y provocó su ausencia del 10 de 40 años por varios meses. Había que pensar rápido en un plan de emergencia y el Rolfi Montenegro fue el apuntado. Tras las declaraciones del vicepresidente Daniel Ferreiro en los progamas televisivos, que confirmaban el arribo del jugador, el actual enganche de Huracán no se presentó a firmar en el Polideportivo y se dirigió a Parque de los Patricios para sellar su vínculo con el Globo. Finalmente fue Daúd Gazale, el jugador que vino a “reemplazar” la ausencia de Gomito, pero su rendimiento nunca fue el esperado.
Alejandro Nanía promovió
a los pibes del club
El atípico torneo de 30 estaba a punto de comenzar y ya no había tiempo para lamentarse esta noticia. Chicago debutó ante Belgrano en Córdoba y allí sufrió su primer cachetazo del año. Fue 3-1 en contra y desde esa fecha iba a comenzar un recorrido penoso durante 20 fines de semana, aunque en el medio, el verdinegro, esta vez vestido de blanco, se dio uno de los pocos lujos que hubo en este año. Fue de punto a La Boca, con todas las de perder, y le estirpó un empate al Boca que hasta ese momento no había perdido ningún encuentro en el año y que a la larga, terminó siendo el campeón. Ah, y para esta altura Chicago ya no contaba con uno de los refuerzos que habían llegado a principio de año, el delantero Luis Solignac, que fue vendido a los Estados Unidos.
Alejandro Nanía reemplazó a Labruna y le dio un poquito de aire, tan solo un poco ya que cuatro fechas después dejó su cargo y volvió a la Reserva.
Forestello logró dar esperanzas
pero  no alcanzó
En el medio de la crisis futbolística, desde la cúpula dirigencial, las esperanzas sobraban para este torneo y dejaban un mensaje más que alentador al declarar que Chicago estaba por llegar a los 10.000 socios y que no había dudas de que se iba a mantener la categoría. Lamentablemente para nosotros, los hinchas, ninguna de las dos cosas sucedió.
Rubén Darío Forestello, el tercer técnico del año, se hizo cargo de un plantel diezmado y con la moral por el piso. Nueve fechas le costaron a Yagui, poder conseguir la primera victoria del certamen y fue ante Huracán en Mataderos. Otra alegría ante Crucero del Norte en Misiones acrecentaban las ilusiones, pero no se pudo mantener el envión anímico y cuatro derrotas consecutivas ante Lanús, River, Independiente y Argentinos ponían al Torito al borde del descenso.
Volvió el diez y se revolucionó Mataderos
Un Alejandro Gagliardi encendidísimo, más el retorno del ídolo ante Aldosivi hicieron que el aire cambie y que los pibes, caso Nicolás Gimenez, Lucas Baldunciel, Matías Vera y Federico Lanzillota, se pusieran el equipo al hombro y lo saquen a flote para luchar hasta el final.
Una seguidilla de cinco victorias consecutivas le dio a todo el pueblo de Mataderos una ilusión impensada. Más aún luego de la histórica victoria en Liniers, en dónde Vélez comenzó ganando a los dos minutos del primer tiempo, pero con goles de Carrasco y Gagliardo Chicago lo dio vuelta para silenciar un frío Amalfitani que debió guardar la “fiestita” que tenía preparada…
Se llegó con chances a la última fecha, pero por esas irregularidades características de nuestro fútbol
Lo festejaron los jugadores y lo festejó todo Chicago. Quizas
la alegría más linda de este año, por todo lo que se generó
argentino, los rivales a alcanzar por Chicago ya salían a la cancha sabiendo que con el empate tanto ellos, como sus rivales, alcanzarían sus objetivos. Dicho y hecho, Chicago dejó todo ante Quilmes, ganó su partido pero tanto el Globo como Temperley empataron sus encuentros ante Belgrano y Argentinos Juniors respectivamente para quedarse en Primera una Temporada más. Por el lado de Chicago, la desazón se hizo presente y la desilusión aún más todavía. El 2015 no deja nada positivo ni en lo institucional, ni en lo deportivo, el sueño de poder afianzarse en la máxima categoría se hizo trizas en pocos meses. Tras cinco años sin repetir categorías (NdR: 2011, B Metropolitana; 2012, B Nacional, 2013, B Metropolitana; 2014 B Nacional; 2015, Primera; 2016, B Nacional) el verdinegro deberá replantearse el accionar a la hora de armar equipos y el verdadero objetivo a conseguir. Ya con Guglielminpietro al mando del equipo (el cuarto DT del año), comenzará el trabajo para afrontar un 2016 que ojalá sea próspero para la vida de nuestro club. Por el lado de los hinchas se sabrá que siempre estarán visitando el templo ubicado en pleno corazón del barrio. Chicago, mi buen amigo, ¡FELIZ AÑO NUEVO!