Final y festejo en Mataderos |
En una
demostración irreprochable de actitud, Nueva Chicago se quedó hoy por la tarde
con el clásico ante All Boys y lo dejó en caída libre con respecto a los
promedios del descenso. Del lado de Mataderos, todo fue alegría, el equipo se
aprovechó de la visita y en la tribuna todo fue una fiesta.
Desde
temprano, ya se palpitaba este partido especial, que para los más purretes
fue el primero de su historia, mientras que para los que ya peinan algunas
canas, era uno más de los tantos, pero como siempre, con ese sabor especial que
tiene enfrentar a los vecinos. Las estadísticas en la previa, eran favorables
para el local que desde 1994 no caía ante los de Floresta en casa, con tres
victorias y cuatro empates. Pero, obvio en esta clase de encuentros, las
estadísticas no sirven, sino preguntarle a ellos que venían confiados por el
partido pasado…
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Desde el
arranque se notó quién iba en busca del partido y quién metía la cola para atrás,
para no sufrir un gol en contra. De la mano de Marcos Aguirre y Christian Gómez,
el Torito buscaba abrir los espacios para que Alejandro Melo se luzca tanto por
la derecha como por la izquierda. Fue el “Loco” quién contó con la primera
situación clara de gol, que mano a mano no pudo ante Gastón Losa que rápido de
reflejos le ahogó, momentáneamente, el grito de gol a los miles de presentes.
A los 33
vendría el quiebre total del encuentro. Doble penal en el área, primero a Pumpido
y luego a Melo, que Nicolás Lamolina no dudó en pitar. De un lado Losa, del
otro, Christian Gómez, ese “viejito” que no le tembló el pulso y la mandó a
guardar para hacer delirar a todo el barrio. Los dirigidos por Timpani se
agrandaron tras el gol, y tuvieron posibilidades de aumentar la ventaja pero no
pudo ser.
Como siempre, una multitud en Mataderos. |
En el
complemento, Chicago aguantó un mínimo aluvión de tiros de esquina de los
dirigidos por “Pepe” Romero, y Alan Minaglia se hizo fuerte en el arco al
taparle un gran mano a mano a Guido Del Casón. Federico Fattori y Matías Vera
se hicieron dueños del medio y a pura garra y entrega, quitaron todo lo que tenían
al alcance. Sin Gomito para crear juego, sin Pumpido para bajar todo lo que se
le tiraba, Aguirre y Melo tomaron protagonismo en el ataque y con asociaciones más
que interesantes, le crearon un fuerte dolor de cabeza al fondo blanquinegro.
Fue el ex
San Lorenzo y Sarmiento el que, con individualidades, alteró los ánimos de los
jugadores de
All Boys que se le fueron al humo, lo que provocó la expulsión de
Emir Faccioli, para que se queden con nueve ya que un minuto atrás, Maximiliano
Salas había visto la cartulina roja por doble amarilla.
La actitud no se negoció |
Si en 11
contra 11 Chicago era superior, ahora con dos más los espacios aparecían por
todos lados es por eso que en una contra, que arrancó con un rechazo de Nicolás
Sainz, pasó por Fattori y luego por Aguirre que le dio un gran pase en
profundidad a Melo, pudo liquidar el clásico para la alegría de un barrio que
alentó y aplaudió de pié a sus jugadores.
El
verdinegro ganó con justicia, jugó como se tenía que jugar y por eso se quedó,
una vez más, con los tres puntos en casa. Del otro lado, la calculadora saca
fuego, es que el promedio empieza a apretar…