Nueva Chicago venció ayer por la tarde a Santamarina por 3-0 en Mataderos, con un doblete del inoxidable Christian Gomez de recientes 42 años y otro de Alejandro Melo.
Después de tanto esperar, la fiesta verdinegra volvió al barrio.
Al principio los jugadores no parecían reaccionar, a pesar de las claras situaciones de gol, ninguno lograba concretar. El primer intento fue de Aranda frente al arco, luego de un buen centro de Nequecaur. Minutos más tarde se lo perdía nuevamente el juvenil, que capturó un bombazo al raz del piso de Melo pero su remate pasó justo al lado del palo. Dicen que la tercera es la vencida, pero esta vez Aranda fue la excepción, que tras un cabezazo la mandó afuera del arco.
El público se levantaba al canto de "Somos de la gloriosa banda de Mataderos", mientras que los bomberos tiraban agua a las tribunas debido al intenso calor. El árbitro ordenó córner que favorecía a Chicago, pero Paschetta no pudo y pasó por arriba del travesaño.
Luego de varios intentos, el equipo de Timpani se puso 1-0 de la mano del 10, el único e inigualable Gomito Gomez, que saco de la galera un golazo que el arquero rival no pudo sacar.
El sol empezaba a bajar, pero la emoción aumentaba minuto a minuto. Chicago tenía ideas claras, y las cartas puestas sobre la mesa. Ya con la motivación del primer tanto, el 10 desde afuera del área, y con un remate espectacular, puso la pelota en el ángulo
inferior izquierdo. El público se levantó y ovacionó al jugador que minutos más tarde se iría del partido, ¡y como para no hacerlo!
Ya terminando el encuentro, Melo pudo concretar tras todos los intentos fallidos anteriores. Dejando en el piso al arquero, el loco marcó el 3-0 para el conjunto de Mataderos. Después de tanta espera y mala sangre, por fin Chicago pudo concretar lo que tanto costaba, y así lograr un triunfo por goleada. El jugador más experimentado del equipo se puso la responsabilidades a sus hombros y más allá de sus 42 años, más de 20 como jugador, dejó todo en cada pelota que tocó. Cerca del centenar de goles en nuestra institución, el oriundo de Ciudad Evita sigue escribiendo historia del club.
Después de tanto esperar, la fiesta verdinegra volvió al barrio.
Al principio los jugadores no parecían reaccionar, a pesar de las claras situaciones de gol, ninguno lograba concretar. El primer intento fue de Aranda frente al arco, luego de un buen centro de Nequecaur. Minutos más tarde se lo perdía nuevamente el juvenil, que capturó un bombazo al raz del piso de Melo pero su remate pasó justo al lado del palo. Dicen que la tercera es la vencida, pero esta vez Aranda fue la excepción, que tras un cabezazo la mandó afuera del arco.
El público se levantaba al canto de "Somos de la gloriosa banda de Mataderos", mientras que los bomberos tiraban agua a las tribunas debido al intenso calor. El árbitro ordenó córner que favorecía a Chicago, pero Paschetta no pudo y pasó por arriba del travesaño.
Luego de varios intentos, el equipo de Timpani se puso 1-0 de la mano del 10, el único e inigualable Gomito Gomez, que saco de la galera un golazo que el arquero rival no pudo sacar.
El sol empezaba a bajar, pero la emoción aumentaba minuto a minuto. Chicago tenía ideas claras, y las cartas puestas sobre la mesa. Ya con la motivación del primer tanto, el 10 desde afuera del área, y con un remate espectacular, puso la pelota en el ángulo
inferior izquierdo. El público se levantó y ovacionó al jugador que minutos más tarde se iría del partido, ¡y como para no hacerlo!
Ya terminando el encuentro, Melo pudo concretar tras todos los intentos fallidos anteriores. Dejando en el piso al arquero, el loco marcó el 3-0 para el conjunto de Mataderos. Después de tanta espera y mala sangre, por fin Chicago pudo concretar lo que tanto costaba, y así lograr un triunfo por goleada. El jugador más experimentado del equipo se puso la responsabilidades a sus hombros y más allá de sus 42 años, más de 20 como jugador, dejó todo en cada pelota que tocó. Cerca del centenar de goles en nuestra institución, el oriundo de Ciudad Evita sigue escribiendo historia del club.
Nota: Camila Galloso.