Alejandro Martinuccio, se convirtió en el quinto refuerzo de Nueva Chicago de cara al próximo torneo.
Hoy, con casi 30 años, el delantero surgido de inferiores regresa al club por un año.
En 2009 emigró hacia el país vecino para jugar en Peñarol donde convirtió 8 goles en 32 partidos y logró su primer título, del Campeonato Uruguayo.
Durante la temporada siguiente se destacó internacionalmente en la Copa Sudamericana 2010 y en la Copa Libertadores 2011.
En julio de 2011 fue transferido al Fluminense y luego en 2012 a Villarreal CF de la Segunda División española, donde permaneció el resto de la temporada.
Tras una lesión ósea fue cedido nuevamente, esta vez al Cruzeiro, donde salió campeón en 2013.
Tras finalizar el préstamo Fluminense volvió a cederlo esta vez al Coritiba.
En 2016 comienza a jugar en Chapecoense hasta marzo de 2017 que se desvincula del club.