"Antes me dejaba la barba y el pelo largo, entonces mi compañero Gabriel Roth me jodía con el hombre lobo. Y me quedó ese apodo", recuerda Juan Sánchez Sotelo sobre su época en Patronato de Paraná en la temporada 2010/11. El delantero mostró su olfato goleador en Santiago del Estero y aulló por duplicado para permitirle a Chicago ganarle a Central Córdoba.
-Hiciste dos goles que significaron tres puntazos...
-Estoy muy contento por el esfuerzo que viene haciendo el grupo. Obviamente, en el partido tuvimos un poquito de suerte, pero es bueno corregir cosas ganando y no perdiendo. Tenemos un camino largo por delante y estamos convencidos que esta es la manera que hay que seguir.
-Convertiste contra Ferro, pasaron las fechas, y a pesar de los triunfos no volviste a meter goles, ¿cuánto necesitabas concretar?
-Estaba tranquilo porque en todos los partidos tuve situaciones. A la larga la pelota entra. Uno tiene que estar sereno. Si te ponés a pensar, no me cobraron dos penales contra Rafaela, justo iba a ser el encargado de pegarle. Después, con Los Andes, Achucarro me sacó uno en la línea. Ahora tocó entrar dos veces, pero lo importante es que en este equipo cualquiera convierte. Así que eso es bueno, me saca la responsabilidad central al delantero.
-Seis jugados, seis ganados. Quizás ustedes no lo esperaban ni tampoco los rivales, ¿notan que los miran de otra manera?
-Te hacen los partidos más duros. Contra Central Córdoba fue un juego atípico por el estado de la cancha. Te miran distinto porque sos puntero y todos te salen a ganar.
-¿Cómo te imaginás el partido con Almagro?
-Difícil. Tiene buenos jugadores. En las últimas tres fechas se cayó un poquito, pero juega con el puntero pero es una forma de descontar directamente. Nosotros estamos confiados en lo que venimos haciendo y buscamos tranquilidad para cerrar los partidos, que es lo que nos está faltando.
-Ganaste la encuesta de Mundo Chicago, ¿se puede decir que fue tu mejor partido en el club?
-Cada partido es distinto. En algunos estás solo arriba y te toca hacer el trabajo sucio. En el último me tocó convertir y le pudimos dar una alegría a la gente y en mi casa a mi vieja y mi señora por el día de las madres.
-Luis, tu papá, fue defensor en Boca y Platense, entre otros clubes, ¿qué te enseñó para complicar a los centrales?
-Más que nada anticiparlos. Yo no tengo una contextura típica de delantero alto y grandote. Soy un jugador que pica entre líneas y trata de ganar ese metro para definir con tranquilidad. Por suerte en este partido se dio.