QUINTA A FONDO

Chicago venció 1-0 a Los Andes, en Mataderos, lleva cinco triunfos consecutivos y es el único puntero de la B Nacional. Otra vez sufrió en el final, pero mantiene la valla invicta.



Fue un comienzo rápido y furioso. Frenético. Con el acelerador a fondo. El Torito encerró al Milrayitas contra su arco y a los 120 segundos del pitazo inicial, luego de un desborde de Arnaldo González, se puso en ventaja por un gol de Orfano, que venía de convertir en la victoria frente a Atlético de Rafaela. El equipo verdinegro impuso condiciones, como suele hacerlo en los primeros minutos, y no le pesó la responsabilidad de ganar para ser el único puntero, al menos hasta que Almagro visite a Brown de Adrogué el sábado.

Perazzo volvió a su esquema predilecto: 4-2-3-1. Debido a las ausencias de Mater (contractura), Soto (desgarro) y Teijo (expulsado), Valdez Chamorro jugó por el centro, detrás de Sánchez Sotelo, y González pasó a la derecha del ataque. La movida resultó un acierto del entrenador, ya que el 10 desequilibró por la banda constantemente. Guillermo Sánchez, lateral izquierdo de Los Andes, habrá tenido pesadillas con él. Al igual que contra la Crema, bajo la conducción del "Pitu", la primera media hora de juego fue lo mejor que mostró Chicago. Generó varias situaciones, aunque entre Requena y algunas malas resoluciones evitaron ampliar la diferencia. 

Este Torito tiene dos caras. Las ha mostrado en cada partido, ya sea en la República o como visitante. En los 45' finales suele bajar la intensidad, cede pelota y terreno para apostar al contraataque (ayer fallaron Sánchez Sotelo y Juárez en la resolución). Quizá por ser consciente de la ventaja obtenida o confiado en la solidez defensiva. Sin embargo, Los Andes le generó tres ocasiones muy propicias para llegar al empate. Otra vez apareció la figura imponente del Gorila Silva. Primero le sacó un tiro libre a Pereira, luego una volea impresionante a González. Ycomo ante frente a Olimpo y Atlético de Rafaela, el palo jugó para el Verdinegro y evitó el 1-1 tras un cabezazo de Levato. 

No hubo respuestas ante el envión de la visita. Perazzo metió a Palmieri y armó un 4-3-3 (al retroceder se convirtió en 4-5-1) en busca de mayor contención, aunque el equipo requería extender la posesión para frenar al rival. Por eso, para los últimos minutos ingresó Alexis Vázquez, aunque recostado por la derecha. Chicago aguantó y llegó a lo más alto de la tabla, con puntaje perfecto y la valla en cero. Mérito a un equipo que marca diferencia en ataque y es ordenado para defenderse, aunque sufre de manera innecesaria.

-Fotografía: HEVA.