TOROS JUNTOS

Luego de cinco partidos, Chicago volvió a ganar: triunfazo sobre Sarmiento de Junín con un gol de Orfano y un penal atajado por Silva. Así, el equipo de Perazzo llega con chances de ascender a la última fecha, deberá vencer a Brown y esperar los resultados del club de Junin y de Arsenal. Mataderos está ilusionado.


Ese grito enfurecido de Agustín Silva de cara a tribuna Mercado de Haciendan después de tapar el penal de Orsini. Ese puño apretado de David Achucarro en el festejo del gol verdinegro y la sonrisa posterior hacia las populares. Ese abrazo colectivo para celebrar el gol de Esteban Orfano. Y esos dos estallidos de la gente tras el 1-0 y la atajada del "Gorila". Fueron postales de una tarde radiante y pasional, que encerró pequeños gestos y grandes desahogos. Individuales y colectivos. Hoy el "Toro" está de pie nuevamente y ¿quién se anima a quitarle la ilusión del ascenso a la Superliga?

Chicago volvió a la victoria y lo hizo en un partido especial. Era la última oportunidad de inscribirse a la lucha por el campeonato. Debía vencer a Sarmiento y lo hizo. El equipo de Walter Perazzo asumió la responsabilidad con más actitud que juego. No le sobraron argumentos futbolísticos sobre uno de los líderes, pero sí fundamentos anímicos para imponerse. Luchó por los tres puntos durante los 90 minutos. Supo cuando arriesgar (más allá de las fallas en la elaboración) y cuando era el momento del vigor físico y relegar espacios. 

El gol de Orfano llegó en el adicional de la primera parte. Fue un alivio. Una liberación de la bronca acumulada. Dentro y fuera del campo de juego. Porque los futbolistas y el cuerpo técnico necesitaban volver a demostrarse que podían pisar fuerte en una auténtica final, luego de la derrota ante Quilmes, la más dolorosa de la temporada en cuanto al aspecto emocional. Por esa razón hubo una descarga colectiva, que también se propagó en las tribunas. Chicago se fue al descanso con la ventaja, luego de haberla buscado con la insipiración de "Pitu" González, la movilidad y presencia de Franco, más la dinámica de Melo.   



Sarmiento llegó a Mataderos con el objetivo de sumar -al menos- un punto para llegar a la última fecha como único líder. Tuvo dos chances muy propicias en los 45' iniciales: en la primera Silva le ganó el cara a cara a Villalba y en la segunda Miracco reventó un poste (hubo falta de Orsini a Achucarro en el inicio de la jugada). El tanto verdinegro alteró los planes de Iván Delfino, que soltó las líneas con el transcurso de los minutos. La visita avisó con un remate de Castro que pasó cerca y enseguida llegó el otro momento clave: Ariel Penel sancionó penal de Silva sobre Miracco. Novena pena máxima para el "Verde"...

Orsini, goleador del equipo juninense, se hizo cargo de la ejecución. Y ahí fue cuando el "Gorila" tuvo su revancha personal. Luego de un grosero error que derivó en el tercer gol de Quilmes, el 1 de Chicago se agigantó y tapó el remate del 9. Euforia. De Silva, de sus compañeros y de la gente. Otra vez un arquero de Chicago tapó un penal en una etapa decisiva de un torneo: como Tripicchio ante Atlanta en 1981, o Cochella contra Gimnasia (CDU) en el 91, o Vega frente a Belgrano en 2006 o Monllor a Toledo en 2012. ¿Será un guiño del destino? 

Esa atajada generó un quiebre. El "Torito" se agigantó. Creció la figura de Achucarro como líder de la defensa con anticipos, cruces y roce físico. Perazzo reforzó el juego aéreo con el ingreso de Monteagudo y adelantó a Martínez. Luego, Sánchez Sotelo entró para aportar más movilidad al ataque y Gomito dio su cuota de pausa, experiencia y profundidad. Más allá del susto que generó un cabezazo de Orsini, que entró al área chica sin marca, Chicago se quedó con tres puntazos que lo dejan con la oportunidad latente de lograr el campeonato. Deberá vencer a Brown, en Adrogué, y esperar que Sarmiento no supere a Guilermo Brown en Junín ni que Arsenal gane en su visita a Defensores de Belgrano. Toro es posible.