UN TORITO JAPONÉS

Toru Kobayashi vive en Tokio, pero no olvida su estadía en las inferiores de Nueva Chicago y luce la camiseta en la capital nipona. "Me gustó mucho la pasión de la gente", destaca este embajador del club.


Por Fabián Rodríguez

A más de 18.350 kilómetros de Mataderos, en las calles de Tokio y en las tribunas de los estadios donde se desarrolla la J-League, hay un joven japonés que luce con orgullo la camiseta de Nueva Chicago. Del otro lado del mundo, a pesar de la enorme distancia, Toru Kobayashi conserva en su memoria y, en especial, dentro del corazón su paso por las Inferiores verdinegras.  

Hoy, con 26 años y alejado del fútbol profesional debido a una lesión en una rodilla, Kobayashi exhibe su cariño por el "Torito" en Japón. Es una especie de embajador o representante de la institución en la tierra del sol naciente. "Tengo la camiseta y suelen preguntarme sobre el club. Entonces les cuento a mis amigos o compatriotas que se me acercan a consultarme", explica este trotamundos que jugó en Sudámerica y Europa. 

"Chicago es un club humilde, pero tiene mucha hinchada. Me gustó mucho la pasión que tiene la gente. Además, la camiseta siempre me pareció muy linda", le describe Kobayashi desde la capital japonesa a Mundo Chicago al momento de explicar la razón de su simpatía. Y responde con seguridad en español. El tiempo que estuvo en Buenos Aires lo aprovechó para inscribirse a estudiar el idioma en un curso en la UBA y así poder comunicarse con sus compañeros, entrenadores y desarrollar su vida. "Hablo bien castellano, pero me costó mucho aprender. Lo primero que me enseñaron fueron las malas palabras", reconoce con mucha picardía.

Toru llegó al país en 2011 con 18 años para probarse en el semillero del mundo, el "Bichito" de La Paternal. Estuvo un tiempo y en 2012 se unió a la cantera verdinegra. En la República de Mataderos jugó como volante por la derecha y se dio el gusto de compartir plantel con varios de los mejores valores de las Inferiores de Chicago: "Jugué con Chucky Baldunciel, Federico Fattori, Gonzalo Vivas, Diego Aguirre, Federico Lanzillota, Tomás Paschetta y Javier Tuma, entre otros. Hasta el día de hoy me llevo muy bien con ellos. Tengo un gran recuerdo".

Junto a Diego Aguirre (derecha) en el festejo del campeonato de la Cuarta.

Kobayashi se define como "un carrilero con ida y vuelta", cualidad que demostró en el club y lo llevó a integrar la Cuarta División que dirigía Ariel Melián y se consagró campeona en noviembre de 2012, tras golear 4-1 a Tristán Suárez. "Extraño el ambiente, el vestuario del club y la cancha en la que jugué. En verdad extraño mucho Argentina. Desde compartir un asado con amigos, salir a bailar y también tomar unos mates", explica con nostalgia el joven Nipón que luego jugó en Centro Español (llegó a debutar en la Primera D), Libertad de Paraguay, FK Nevezis de Lituania, CD Melistar de España y en Malta.

Las amistades ocupan un lugar preponderante en la vida de cada persona. Y Toru, a pesar de haberse criado en una cultura opuesta a la argentina, consiguió relacionarse y generar fuertes vínculos: "Tengo más amigos en Argentina que en Japón. ¡Me trataron de 10! Quiero aprovechar para agradecer a la gente que me ayudó. Me encantó estar allá porque son muy jodones y te hacen sentir cómodo. Si hasta me apodaron Pato. La verdad es que me encantaría volver para visitar a las personas"

Mientras residió en el país vivió en Boedo y Almagro, lejos de sus padres,  aunque no tuvo inconvenientes para superar la distancia: "Para mí no era tan grave. Todo es costumbre. Además era muy joven y no me costó mucho". Se acostumbró a la idiosincrasia porteña, al estilo de vida, a la comida y, en especial, al mate. "Me encanta tomarlo con amigos. Lamentablemente, en Japón no se acostumbra y debo cebarme solo. Por suerte acá hay un mercado latino donde consigo yerba. Y sino compro por internet", describió Toru. 

Entre Tokio y Buenos Aires hay 12 horas de diferencia. Pero para él, que se acostumbró a diversas culturas, a la distancia con su tierra natal y su familia, no resulta un impedimento para informarse sobre Chicago. "Es un poco difícil mirarlo en vivo, pero siempre que puedo busco los partidos o los goles a través de YouTube". Y al momento de señalar un jugador preferido no duda, como si hubiera nacido en estas latitudes y llevara el ADN verdinegro: "Gomito es mi ídolo".