DESCARRILÓ

Chicago perdió 2-1 con Ferro, en Caballito, y quedó en la última posición junto a su vencedor y a Mitre. El "Torito" es el único equipo de la Zona 1 que no ha ganado y Esmerado aseguró que sigue en el tren.



A la deriva, desorientado, sin reservas físicas y superado ampliamente en términos futbolísticos. Nueva Chicago dejó una imagen lamentable en Caballito, donde cayó 2-1 con Ferro, que marchaba último en la tabla y logró su primer triunfo. Así, el equipo de Mataderos se hundió en la tabla, sigue sin conocer la victoria en el torneo y Gastón Esmerado está en la cornisa.

"Ferro nos hizo precio en el primer tiempo", describió el técnico verdinegro tras la derrota. Un análisis acertado para una realidad espantosa para el "Torito", que se había puesto en ventaja a los 14' con un gol de Facundo Mater. En ese primer cuarto de hora, hubo buenos movimientos de Asenjo, ayudado por la dinámica de Mater, algún chispazo de Santos y el criterio de Juárez en el medio. Pero esos esfuerzos individuales no alcanzaron...

Con la desventaja a cuestas, el dueño de casa reaccionó y encontró espacios para vulnerar a la defensa. Las atajadas de Agustín Silva sostuvieron el triunfo parcial, hasta que Adrián González -reemplazó al lesionado Fleita- le cometió una infracción a Pugh en el área y Bordacahar consiguió, de penal, el empate en el minuto 27.



Los dirigidos por Jorge Cordon notaron la recaída física del "Torito" y aceleraron a fondo. Entre la mala puntería y alguna tapada de Silva se mantuvo el empate hasta el descanso. Y también el poste del arco local, que quedó vibrando tras un remate de More luego de una contra verdinegra. Sin embargo, la estructura visitante no podría resistir demasiado, estaba tambaleando.

Esmerado mandó a la cancha a Trovento en lugar de Santos, que tuvo un desempeño de mayor a menor. Sí, leyó bien: apostó por el debut de un futbolista y relegó en el banco a Baima, hasta ahora el mejor volante creativo del equipo. Además, Chicago necesitaba reforzar la defensa, cubrir los espacios. ¿Cómo no fue convocado Miceli? Inentendible.  

Ferro, conducido por Bordacahar, fue una locomotora sin freno. No parecía un equipo que marchara en la última colocación. Una imagen que contrastaba con el club de Mataderos. Se presentía el gol local y llegó a los 12' a través de Asprea. 

El partido estaba sentenciado. Más allá de las ganas de Asenjo, del corazón de Juárez en su vuelta tras la lesión ligamentaria (el martes jugó en la Reserva) y la fuerza de Horacio Martínez. Ni siquiera la última le salió, cuando Ferro evitó el 2-2 con un despeje en la línea y una tapada de Bailo. Chicago descarrilló y por ahora Esmerado sigue abordo del tren.