Chicago empató 0-0 con Mitre, que jugó 55' con diez por la expulsión de Verdugo, y continúa sin lograr una victoria en el campeonato.
Una oportunidad inmejorable. Era el partido ideal para conseguir el primer triunfo en el torneo y alejarse del fondo de la tabla. Pero no fue así. Nuevamente, este "Torito" quedó envuelto en sus carencias. Ni siquiera pudo aprovechar la expulsión de Agustín Verdugo, en el final del primer tiempo. Más allá de empujar, no apareció el juego y el marcador quedó en cero.
Chicago contó con el espacio y la pelota, aunque le faltaron ideas para lograr romper la resistencia santiagueña que plantó dos líneas de cuatro. Esta vez la solución no fue el ingreso de Valentín Viola -figura ante Estudiantes de Río Cuarto-, tampoco la pegada de Baima como frente a Temperley. No existió una acción individual para resolver un déficit colectivo en cuanto a la generación. Este plantel verdinegro se formó sin coherencia y el presente lo demuestra: seis empates y dos caídas. Es el único equipo que no logró ganar en la Zona 1.
De Paoli completó su segundo partido, con menos de dos semanas de trabajo, y busca remendar, disimular y dejar atrás las falencias. Atraviesa una misión muy compleja, con un plantel heredado, formado por Esmerado y la dirigencia. Ante Mitre el DT realizó movimientos tácticos: Izco al lateral izquierdo, Nelle formó un triángulo con los centrales y Juárez se adelantó unos metros, mas la presencia de Santiago González en ataque. Trató de obtener mayor rigor defensivo (se logró), aunque no encontró fluidez desde el medio hacia los últimos metros. Una materia pendiente que el propio técnico había adelantado en una nota con este medio.
El "Torito" no encontró la manera de sobreponerse al déficit en la creación. Eligió enviar centros para Asenjo, que falló en alguna definición y también fue absorbido por los centrales de Mitre, que se llevó un puntazo a Santiago del Estero y mantuvo la ventaja de tres unidades con su rival. Un lunes negro, que para colmo contó con la salida de Gonzalo Vivas por un corte en la rodilla derecha (recibió cinco puntos de sutura) tras una infracción violenta y desmedida de Verdugo. Una tarde negativa, otro partido como local que termina sin una sonrisa.