Con un gol de Valentín, Chicago venció 2-1 a Estudiantes de Caseros en Mataderos y logró su primer triunfo en el campeonato. Además, Silva le atajó un penal a Gallegos. La mala noticia para De Paoli: fue expulsado "Pitu" González.
"¡Vamos, carajo!", un grito individual que se replicó en miles de personas presentes en las tribunas cuando Yael Falcón Pérez emitió el pitazo final. Una descarga, un desahogo adentro y afuera de la cancha. Luego de 11 fechas, Chicago logró su primer triunfo en el campeonato. Fue 2-1 ante Estudiantes de Caseros en una tarde repleta de altibajos anímicos y emocionales.
El "Torito" vivió diferentes etapas. De la conformidad por un muy buen arranque y el golazo de Miceli, al golpe anímico por el gol en contra de Vivas en el final del primer tiempo. O del enojo y los insultos al aire por el penal en contra a la explosión de la República por una nueva atajada del "Gorila" Silva. Y esa tapada (la cuarta pena máxima que contiene desde que llegó al club) fue el impulso que llevó al equipo a buscar la victoria.
Y ese gol tan esperado y ansiado llegó en el minuto 17, que no fue ninguna desgracia. "Cata" Díaz, con toda su experiencia y jerarquía, se mandó por el sector derecho y metió un centro al área para la cabeza de Asenjo, pero la pelota lo superó y apareció la cabeza de Valentín Viola para meter el 2-1. Fue una palomita de la paz y un estruendo de las cuerdas vocales.
Atrás quedaron los siete empates y las cuatro derrotas. La bronca por las chances desperdiciadas por Asenjo y Baima para ampliar la diferencia contra el "Pincha" de Caseros, el fastidio por la expulsión evitable del "Pitu" González en una discusión con Campana y que genera un problema hacia el futuro inmediato porque De Paoli no dispondrá de un recambio de nivel. Chicago ganó y cortó la angustia, si bien continúa en el último lugar, hoy la tabla se mira de otra manera.