TRES PUNTOS DE ORO

Luego de cinco partidos, Nueva Chicago volvió al triunfo: fue 1-0 a Platense en Vicente López con un gol de Aldo Araujo. Así, el "Torito" quedó a una unidad de Mitre en la lucha por la permanencia.

Araujo festeja con sus compañeros. (Foto: Dai Vitale)

Fue una semana agobiante para la familia verdinegra. Días complejos, repletos de angustia, impotencia y bronca porque el club volvió a estar en la mira por episodios de violencia. Para colmo, el equipo tampoco generó ilusión en los primeros dos partidos del año ante Morón (0-0) y Temperley (1-1), por eso llegó urgido a Vicente López, precisaba mejorar su tarea y a la vez lograr una victoria para acercarse a Mitre, Barracas Central e Independiente Rivadavia, que no ganaron en esta fecha.

A Chicago le costó acomodarse en el partido contra Platense. Es más, sólo lo consiguió en algunos pasajes del segundo tiempo y fue en uno de ellos donde llegó el gol de Aldo Araujo, que signifó la primera victoria en 2020, el primer triunfo como visitante en el torneo (llevaba tres empates y cinco caídas) y volver a sumar de a tres luego de cinco fechas. En la Zona Norte del Conurbano, el "Torito" se desahogó, obtuvo tres puntos de oro para evitar el descenso y sobre todo sumó en el aspecto anímico del plantel y de los hinchas.

Este Platense transmitió ausencia de fluidez con la pelota y cierto grado de inseguridad desde el inicio. No se asemejó al equipo que en el semestre pasado tuvo muy buenos momentos de fútbol. Ayer sólo generó riesgo con remates de media distancia de Alfredo Ramírez, Lamberti y Susvielles. Este aspecto, más allá de la involución que transita el local, marca un mérito del sistema defensivo verdinegro que no le permitió encontrar juego y de a poco creció la impaciencia en su gente, ya que el "Calamar" había caído con Ferro en casa y con Estudiantes en Río Cuarto.

Final del partido y festejo verdinegro. (Foto: Dai Vitale)

Durante el primer período, el "Torito" no pudo mantener la pelota, se le escurrió y no encontraba los caminos. En ofensiva dependió de los movimientos de Melo y de las pelotas que bajó Asenjo en su regreso, se notaba la falta de un organizador de juego. Recién en el final la visita generó su mejor jugada colectiva: el 9 recibió uno de los tantos pelotazos enviados, la bajó y asistió a Castillón, quien quedó cara a cara con De Olivera y remató desviado.

De Paoli entendió que Chicago necesitaba a Arnaldo González en cancha, que llegó con una molestia en los meniscos de la rodilla derecha y entró por Juárez (dolencia en un tobillo). Así, el "Verde" pasó del 4-3-3 -por momentos parecía 4-1-4-1- al 4-2-3-1. En el corto lapso que su físico se lo permitió, el "Pitu" le dio pausa y conducción al equipo. A los 3', tuvo dos chances claritas en la misma jugada: primero Melo remató y tras un desvío en Iribarren la pelota pegó en el palo y luego De Olivera tapó el tiro de Tapia.


El dolor provocó la salida de González en el minuto 19. De Paoli mandó a Horacio Martínez a la cancha, armó un 4-4-2 muy flexible con Melo y Castillón por las bandas. Sin ser dominador, el "Torito" emparejó un juego cerrado, con fricción y disputa intensa en cada pelota, de esos partidos que se ganan por la mínima diferencia. Y ese gol lo convirtió Chicago, a través de Araujo, que había entrado por Asenjo y aprovechó un córner para meter su segundo tanto consecutivo y que desatar la euforia verdinegra en el vestuario visitante del estadio Ciudad de Vicente López.