"SIEMPRE TENGO LA ILUSIÓN DE REGRESAR, PERO NO DEPENDE DE UNO"


César Carranza, una de las figuras en el ascenso a Primera, recordó la obtención del Clausura 2006 ante Talleres en Córdoba y dejó abiertas las puertas para volver si lo llaman. El "Chiqui" recordó su paso por el club y aclaró por qué no retornó en 2014. 
Habilidoso, explosivo, rápido, ésas eran algunas de las cualidades que más se vieron en ese recordado campeonato del 2006 bajo la conducción de Rodolfo Motta. El "Torito" no había arrancado bien la temporada, pero tras un cambio de esquema y de mentalidad llegó a la última fecha del Clausura con chances de ser campeón. No era fácil, debía enfrentar al escolta y esperar que Belgrano no gane por mucha diferencia. Las cosas se simplificaron un poco cuando, en el primer tiempo, el “Chiqui” desbordó por la derecha y ejecutó un centro para Lucas Simón, que terminó golpeando en un jugador de  “La T”, Oyola, para poner en ventaja al verdinegro. “Hoy más tranquilo, lo disfruto. Uno se emociona cada vez que lo ve porque fue algo muy lindo lo que vivimos. Nos costó de entrada, pero después encontramos el equipo y salíamos a la cancha sabiendo que no íbamos a perder. Creo que todos pusimos un poco de cada uno y se pudo conseguir el objetivo del campeonato. Para uno que es del club, es hincha, fue un sueño cumplido”, recordó Cesar.
No la tuvo fácil ese plantel. El arranque con tres derrotas consecutivas ante El Porvenir, Defensa y Justicia y Huracán de Tres Arroyos, hacían pensar que el equipo tendría que estar más pendiente del fondo que de otra cosa, pero sin embargo una racha de 14 partidos consecutivos sin perder provocaron que las ilusiones se renovaran y que se esté pensando en retornar a Primera en un abrir y cerrar de ojos. “Íbamos partido tras partido. Eran encuentros muy duros, hasta que pudimos lograr una regularidad donde estuvimos muchos partidos sin perder. Todos fuimos importantes a lo largo del campeonato, pese a que fue complicado el comienzo. Pero Chicago siempre tiene que sufrir y después disfrutar”, sentenció el delantero de 39 años. 
El equipo era sólido y sabía lo que quería desde un comienzo, es por eso que Rodolfo Motta armó un elenco para pelear los puestos de arriba, o por lo menos así, lo vivió el entrevistado que había vuelto tras jugar en Colima y Querétaro de México. "El primer día que firmo mi contrato, Motta me paró en el Polideportivo y me mostró en un pizarrón cómo quería que jugara. Me decía que iba a armar un equipo para pelear los primeros puestos y el ascenso. Yo lo miraba y le decía que le tenía mucha fe”, detalló en diálogo con Mundo Chicago (sábados de 11 a 12 por AM 1290, radio Interactiva).
La victoria frente a Talleres le dio al equipo el campeonato Clausura y la posibilidad de pelear por un ascenso directo a la elite del fútbol argentino. En primera instancia, pese a la garra y lucha que caracterizaba al plantel, no se logró el objetivo ante Godoy Cruz, pero luego contra Belgrano, se sufrió demasiado pero se logró subir de categoría y así lo recordó Carranza: “Faltando poco para que termine nos hacen el 2-0 y fue un golpe duro. Belgrano estaba mejor y encima se pone 3-0 y ahí se complicó más”. Como contra el "tallarín" cordobés, el actual jugador de Argentino de Merlo tomó la pelota desbordó y tiró un centro que le devolvió el alma al cuerpo a todos los hinchas presentes que estaban en esa soñada noche, ya que apareció Wernly en el corazón del área y de cabeza encajó el 3-1 parcial: “En el momento del 3-0, Wernly le dice a Nico (Sánchez) y a Leo (Sigali), 'Quédense acá que voy de 9'. Yo lo escucho pero no le digo nada, estaba golpeado. Pasaron los minutos y yo siempre que recibía me abría para la izquierda para encarar porque estaba con confianza. Cuando me pica la pelota pensé que se me iba, pero logro controlarla en la línea y no se como saqué el centro pero le cayó justo a Cristian y la verdad que nos salvó. Nadie lo esperaba, tiré el centro y vi que estaba. Por suerte le cayó en la cabeza a él”, confesó.
Luego del ascenso, Chicago estaría una sola temporada en Primera División y César Carranza emigró a Gimnasia de Jujuy para luego tener un exitoso paso por equipos como Colo Colo, Godoy Cruz, Lanús, entre otros. Tras jugar en Ferro a principios de 2014, César pensó en volver al club donde nació, pero las puertas no fueron abiertas y el jugador debió buscar un nuevo rumbo, que en ese momento sería Aldosivi de Mar del Plata, rival directo del verdinegro en la B Nacional: “Nunca recibí un llamado para volver. Cuando me voy de Ferro pensé que era mi momento de regresar. Recibí un llamado de Sergio Ramos, un sábado, y me dijo que quería juntarse conmigo el martes. Yo le dije perfecto, nos juntamos y la verdad que me había ilusionado. Pasó el martes, miércoles, jueves, viernes y el mensaje nunca llegó. Ese viernes me llamó Aldosivi de que quería juntarse conmigo. Cuando estoy viajando el miércoles a Mar Del Plata, se comunica Ramos y le digo que estaba yendo a Mardel y me preguntó si me estaba yendo de vacaciones , a lo que le contesté que no, que estaba por ir a una reunión con Aldosivi. Su respuesta fue que después le diga cómo me había ido. La verdad es que si ellos querían que volviera, me hubieran dicho en ese momento que me vuelva y yo lo hacía. Yo quería regresar a Chicago, no te voy a mentir. Me dolió que después digan que pedí mucha plata para volver. Mintieron tanto que cuando me tocó jugar en Mataderos, dos o tres personas me gritaron mercenario y eso me dolió. Fue raro volver después de mucho tiempo y que me dijeran esas cosas. Después de eso, nunca tuve un llamado. Hace tiempo que quiero volver, siempre tengo la ilusión de regresar pero ya no depende de uno”. 
Tal como comentaba Carranza, los caminos volvieron a juntarlo con nuestros colores y no solo en la parte regular del campeonato, ya que con Aldosivi también le tocó enfrentar al club que lo vio nacer en el triangular para definir dos ascensos a Primera y que aprovecharon tanto el "Torito" como el "Tiburón". “En la cancha de Gimnasia me quedó la última jugada y me la tapó el “Oso” Sánchez. No sé que hubiese pasado si había ese gol, porque después me entero que habían amenazado a mi papá. Menos mal que no lo hice. Son esas situaciones en las que uno está pensando en jugar, pero bueno, por suerte se dio que ascendimos los dos y quedamos todos contentos”, comentó Carranza, que además sacó a la luz una situación muy poco agradable que tuvo que pasar su familia.
Ese encuentro en La Plata sería el último donde Carranza y la camiseta de Chicago estarían en un mismo campo de juego, pese a que para él, las puertas aún no están cerradas: “Yo volvería encantado, sería un sueño. No volvería a retirarme, volvería porque me siento bien. Para dejar una mala imagen, no lo haría. Uno tiene ganas de sentir de nuevo lo que es jugar en Mataderos. Yo fui a ver varios partidos y la sensación que te da caminar por ahí es hermosa. Es lo que más deseo. A uno capaz lo ven grande, pero uno entrena todos los días y a la par de chicos jóvenes. Si uno no entrena al máximo no podría estar jugando”.

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Imágenes de César Carranza: Facebook Nueva Chicago 
Por: Federico Tallarico