"FUE EL PARTIDO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA"

A 19 años del ascenso del 2001, Flavio Frangella recordó la noche en el Chateau Carreras donde Nueva Chicago logró subir ante Instituto. El arquero, que debió ingresar en el minuto 42 por la expulsión de Velázquez, contó cómo vivió ese partido y recordó el pase gol al "Topo" Gómez.

Aquel 9 de junio del 2001 pintaba ser una tarde-noche soñada, de ésas que uno piensa a la hora de irse a dormir en la previa a los partidos importantes. El "Torito", que había ganado 1-0 en Mataderos y contaba con ese gol de ventaja, estaba jugando un primer tiempo de aquellos y gracias a Héctor “Pocholo” Sánchez y Oscar Gómez también se encontraba arriba 2 a 1 en el Olímpico de Córdoba en apenas 14 minutos del primer tiempo. Todo era redondo, inimaginado e inigualable. Pero, como la mayoría de las veces en nuestra institución, faltaba esa cuota de sufrimiento, de tener el corazón en la garganta y todo eso llegó…

A los 42 minutos de la primera parte, César Velázquez fue expulsado por cometer una infracción de “último hombre” y debió abandonar el campo de juego. Su lugar tuvo que ser ocupado por Flavio Frangella, arquero que había perdido el puesto ante el paraguayo, pero que ya sabía lo que era defender los tres palos en situaciones adversas: “El apoyo de todos fue muy bueno. Lo que primero que pensás es en parar el penal, pero bueno después del 2 a 2 había que aguantar durante todo el segundo tiempo. Por suerte el grupo estuvo a la altura, supimos sufrir mucho”.

Los nervios se apoderaban de ambos planteles. Instituto ganando por uno o más goles ascendía, mientras que a Chicago le alcanzaba con el empate. Pero la situación no era fácil, con uno menos todo el segundo tiempo, había que aguantar y esperar a encontrar los huecos defensivos que iban a dejar los locales. Por momentos la situación se hacía difícil pero para Flavio, la gente jugó un papel fundamental: “No parecíamos visitantes, la gente de Chicago rugía. Vos sabías que atrás tuyo había una hinchada que estaba como loca. Solo existía una cosa, salir campeón de ahí. La gente de Chicago es la mejor de todas. El año anterior nos salvamos del descenso y tuvimos durante todo el año el apoyo. En las buenas están, pero en las malas también y eso es importante”.

Para colmo en la primera jugada de la "Gloria" en el complemento, la pelota se estrelló en el travesaño y paralizó varios corazones en la tribuna verdinegra, pero para los protagonistas fue un verdadero mensaje. “Esa jugada, cuando pega en el travesaño, pensamos que era el día, porque comúnmente esa pelota pega y entra”, describió el arquero en diálogo con Mundo Chicago Radio (sábados a las 11 por AM 1290 radio Interactiva).

Los minutos corrían y la desesperación de los conducidos por Gerardo Martino provocaban que el “Topo” esté cada vez más solo en el campo rival, y Frangella lo sabía es por eso que siempre lo buscaba al 9: “Hubo un pase 10 minutos antes de mi asistencia para el tercer gol, que le había caído perfecto también. Ahí uno iba ganando confianza, pero no me esperaba una situación así, de dar un pase para que sea gol”.

Minuto 43 y tras un centro fallido de Klimowicz, Frangella la toma y sin dudar, se lanza en una asistencia magistral hacia Oscar Gómez, que se la pica al uno del conjunto cordobés para que estalle todo el equipo, la tribuna visitante y, sobre todo, Mataderos y sus alrededores. En ese momento, cuando la pelota ya estaba dentro del arco, Juan Manuel Herbella se estrecha en un fuerte y fraternal abrazo que lo dice todo: “Fue un éxtasis el abrazo con Juan. Me hizo tomar conciencia del pase. Me dijo: ´¡Qué pase diste, ganamos, ascendimos!'. Fue una explosión de alegría. La foto con Herbella es tremenda, fue como un cuento que se hace realidad”.

El pitazo del “Sargento” Giménez anunciando el final y decretando el ascenso de los conducidos por Roberto Vega y Jorge Traverso, dio pie a un mar de emociones de todos los presentes en el Olímpico de Córdoba: “Cuando llegó el final, fue gritar, cantar con la gente. Mi viejo estaba en la tribuna y pensaba en mi mujer, en mi mamá, en qué sentirían ellos porque el puesto de arquero es muy ingrato”.

Aquel chico que vistió la camiseta en ocasiones complicadas y cuando las papas quemaban, como contra Arsenal en cancha de Lanús, tenía su premio en Córdoba y, encima, siendo una pieza fundamental para que el "Torito" cerrara el encuentro y se asegurara volver a la elite después de 18 años: “Fue el partido más importante de mi vida. Me dio pie para seguir en Primera y después para irme al Extremadura de España. Fue un antes y un después”.

Tras su paso por Nueva Chicago, Frangella partió hacía España dónde jugó mucho tiempo en Extremadura, entre otros equipos. El arquero vivió en el Viejo Continente hasta hace dos años y tal vez sin quererlo y sin darse cuenta, se convirtió en un embajador verdinegro: “En España siempre seguía a Chicago por internet. Cuando venía a Buenos Aires si podía ir a verlo, iba. Allá buscaba canciones en YouTube y en el edificio se enteraban todos. Aficioné a muchos hinchas en España. Muchos compañeros siguen a Chicago por mí. No entendían como podía haber tanta gente en la cancha, pero sí, he hecho a muchos españoles hinchas de Chicago”.

Ya instalado en Argentina, la relación del ex jugador con la institución, sigue siendo amena. Tal es así, que uno de sus hijos es fanático del verdinegro: “Hace dos años que volví de España y he ido a la cancha. Llevo al nene, que ya se hizo hincha. Siempre la gente te recuerda los momentos lindos que se vivieron. Chicago es una gran familia”.

Por último, Frangella anheló algo que varios protagonistas vienen repitiendo en nuestras entrevistas, que es la participación de ex jugadores en la institución: “Todo jugador que haya estado en Nueva Chicago tiene que estar trabajando en el club. Hay muchos ex jugadores que pueden transmitir sus conocimientos. Chicago es muy especial, es un club hermoso, con gente muy fuerte en el cual hay momentos que, alguien que haya estado, puede dar una mano”.