SE TERMINÓ EL CICLO LABRUNA

La dirigencia de Nueva Chicago le comunicó ayer al entrenador que no continuará en el cargo, justo cuando se encontraba enfocado en el armado del próximo plantel. 

Apenas un partido pudo dirigir en este lapso. (Foto: Daiana Vitale).

Omar Labruna de un lado, parte de la dirigencia de Nueva Chicago del otro. En un breve encuentro, se anuncia la culminación de su etapa al frente del plantel. Fin de la reunión en Mataderos y del segundo ciclo del entrenador en el club. Así se simple y así de compleja es la realidad verdinegra. Ni siquiera en una época de cuarentena se detiene o se aísla del desorden. 

En la noche del lunes se dio por terminado el ciclo de Labruna, quien armó junto a las autoridades la lista de jugadores prescindibles para el futuro, quien eligió o sugirió los apellidos que debían continuar, y quien comenzó a buscar los refuerzos para el plantel. Si hasta llamó a Guatemala para hablar con Gerardo Gordillo, defensor de Comunicaciones que evaluaba viajar a Argentina… 

El 20 de julio lejos estuvo de ser un día amistoso para el técnico que logró el último ascenso de Chicago a Primera en diciembre de 2014. ¿Por qué se puso punto final a su etapa? Ante la consulta de Mundo Chicago, los directivos sostuvieron que se debe a “la búsqueda de otro perfil para lo que viene”. Lo llamativo es el momento, después de realizar la depuración del plantel y cuando se pone en marcha el rearmado, que incluirá la contratación de futbolistas.

La permanencia de Labruna en el cargo fue una incógnita durante varias semanas debido a su silencio. Fue el mismo Germán Kent, presidente del club, quien afirmó la continuidad en el club hace poco menos de un mes. Lo mismo hizo el propio entrenador cuando decidió hablar públicamente en diferentes medios masivos de comunicación. Luego, hubo reuniones entre las partes para resolver la cantidad de refuerzos y los puestos a buscar.   

“Chicago exige mucho, tenés que hacer una campaña acorde. Para eso necesitamos incorporar a algunos jugadores. Por lo menos cinco o seis jugadores, más allá de los chicos, que tienen un proceso y hay que ir llevándolos”, sostuvo “Don Omar” en radio La Red hace 10 días. Quedaba en evidencia que apuntaría a jugadores experimentados, mientras que la dirigencia sostenía que armaría un proyecto con jóvenes. Una contradicción. El técnico no se imaginaba que el final estaba más cerca que la vuelta a los entrenamientos…

A tal punto el ex ayudante de Ramón Díaz en River estaba cómodo en Mataderos que destacaba el trabajo de la dirigencia actual: “Chicago dentro de todo la administración la está llevando muy bien. El presidente lleva tres años en el cargo y es un importante empresario. Cuando nosotros ascendimos la economía estaba un poco más complicada y pudimos ascender del Nacional B a la Primera División. A mí me sorprendió cuando llegué ahora porque tienen la institución bastante nivelada”. ¿Hoy pensará lo mismo?

Labruna tomó el cargo en un momento muy complejo, con el equipo sumergido en el último puesto a diez fechas del final. Sin embargo, sólo dirigió un partido en este segundo período en el club: el empate 1-1 contra Ferro en Defensores de Belgrano, el 15 de marzo. Luego llegó la cuarentena por la pandemia producida por el COVID-19, la finalización de la temporada de la Primera Nacional, la suspensión de los descensos. Su permanencia duró más por el efecto del aislamiento social obligatorio, que debido al desarrollo de un campeonato. Triste final por las formas. Una vez más.