Fecha nº18 vs Defensores de Belgrano

LO QUE SE ERRA EN UN ARCO...



Nueva Chicago no supo definir el partido y lo pagó caro, a los 93 minutos Arturo Villasanti marcó el gol del empate y el sabor amargo reinó en la República de Mataderos porque era una chance ideal de acercarse a los puestos de arriba.
El torito dirigido por Mario Franceschini dominó el partido ante un planteo mezquino del equipo rival, en donde lo importante era llevarse un puntito o de última ganarlo de contra.
La vuelta de Christian Gómez y Julio Serrano hacían esperanzar al público verdinegro de que se disfrutaría del buen fútbol en el estadio chicaguense. Y así fue, la gran cantidad de público que se acerco para ver este duelo disfrutó de un equipo que sabe a lo que juega con toques por doquier y profundidad por las bandas.
El primero tiempo el equipo de Mataderos trabajó por el sector izquierdo y fue por ahí donde llegaron las mejores situaciones. La primera un desborde de Juan Vinaccia que luego se mete hacia adentro y saca un derechazo potente que logró contener el arquero Griffo y la segunda y más clara fue un cabezazo de Leonardo Carboni que impactó en el poste izquierdo y le negó la posibilidad de gritar al nueve.
El segundo tiempo Chicago salió decidido a ganar y quedarse con los tres puntos en casa. Situación que parecía darse después de un desborde de Emiliano Lago que a la hora de centrar rebota en la mano del defensa rojinegro y el árbitro no duda en cobrar penal. Leonardo Carboni fue el encargado de convertir el tanto y de esta manera sacarse la bronca por haber malogrado ese cabezazo en el primer tiempo.
Tal vez una cuota pendiente es la falta de contundencia, una falencia que venimos arrastrando desde el torneo pasado con Mario Finarolli y que todavía no se pudo arreglar. El equipo de Franceschini tuvo infinidades de chances pero este defecto costó caro contra un rival tibio que en el último minuto se llevo un empate con sabor a victoria para los del Bajo Belgrano.
Atrás quedan las culpas que tuvo Germán Bermudez al no cobrar el segundo penal que fue más claro que el primero. Nueva Chicago no logró “cocinar” el partido,  Rodrigo Drago en la única que fallo junto con la defensa, nos la mandaron a guardar. También las chances desperdiciadas en el segundo tiempo más que nada, le dieron vida al conjunto de Rodolfo Della Pica y con el último suspiro logro lo que vino a buscar.