“FUE UNA ALEGRÍA INMENSA”


De penal, Farias grita su segundo tanto de la Temporada.
  Agustín Farías, uno de los pilares de éste Nueva Chicago Campeón, dialogó con Mundo Chicago acerca de sus sensaciones tras el ascenso, lo que sufrió con el descenso, el porqué de esta gran campaña y mucho más.

De manera agónica, en la Temporada 2011/12 el verdinegro ascendió al Nacional B y en el receso trajo a un sin fin de jugadores. La campaña no fue buena y en Mendoza, ante Independiente Rivadavia, lamentablemente selló su destino, volver a la categoría que tanto le costó salir y que no merecía estar, la B Metro. Pese a las pálidas actuaciones en varios encuentros, hubo un jugador que resaltó sobre el resto por sus rendimientos, y fue Agustín Farias. Con actitud y buen juego, se ganó el medio y el respeto de toda la hinchada.
Agustín lo celebra y la Mercado de Hacienda enloquece.
Chicago debía realizar un borrón y cuenta nueva si quería recuperarse rápido de este traspié. El armado del equipo fue fundamental, y dentro de él, se quedó para la revancha, ese cinco que parecía difícil de mantener por sus deslumbrantes actuaciones en el fugaz pasó por el Nacional, “tenia otras ofertas que eran importantes para mi, pero sabía que si me iba, no me iba como yo hubiera querido y decidí quedarme e intentar poder llevar a Chicago nuevamente al Nacional”, confesó el ex Almagro.
 La Tercera categoría no es fácil, pero Chicago supo encontrarle la vuelta. Junto a pilares nacidos en el club como Christian Gómez, Matías Escudero y Adrián Scifo, más la experiencia que brindaba Nicolás Sainz, Tauber, Germán Lanaro y Andrés Montenegro, entre otros, supo afianzarse y lograr el desahogo, esa espina clavada para quiénes sufrieron el descenso un año atrás y una alegría inmensa para los que se incorporaron en esta nueva etapa, “El pitido final contra Colegiales, fue un momento que esperaba desde que arranco el partido. Tenía tanta alegría que no podía hablar, fue un momento muy lindo porque son años de sacrificio y uno como jugador siempre esperar vivir un algo así y la verdad que fue una alegría inmensa” confesó el oriundo de Azul, ciudad ubicada a 299 km de Capital Federal.
Ante Dálmine, también convirtió un gol y lo festejó
junto a la platea.
Las claves de este Torazo campeón, son claras. Nunca se dio por vencido y ante la adversidad fue dónde sacó su corazón y sus garras para revertir la situación (NdR: recordar el 3-2 ante Los Andes en Mataderos…). Es por eso que Farías no dudó en decir que este plantel se consagró ya que tuvo una identidad de juego casi todo el segundo semestre y nunca no se sintió superado por ningún equipo.
Ante Comunicaciones, salió del campo de juego a los 83 minutos y fue ovacionado por las más de 25 mil personas que concurrieron al República de Mataderos para celebrar la conquista, “la verdad que pase dos años increíble donde me encariñe mucho con el club y a la gente siempre le fui agradecida porque supieron estar cuando descendimos y ahora verlos festejar fue muy lindo”, concluyó Agustín que tras finalizar sus vacaciones analizará su futuro.