EN BUSCA DEL RUMBO

Chicago debutó con un empate sin goles frente a Deportivo Morón en Mataderos y generó interrogantes en cuanto a la elaboración de juego. A pesar de ello, contó con chances para ganar el partido.



Muchas preguntas de antemano, algunas respuestas al cabo de los primeros 90' oficiales y otras que deberán esperar un tiempo prudencial. Nueva Chicago empató 0-0 con Deportivo Morón, en la República de Mataderos, en el inicio del campeonato y dejó sensaciones mezcladas. Por un lado, tuvo inconvenientes en la generación de juego y por otro mostró cierta solidez defensiva. 

Este Nueva Chicago sembró incertidumbre en la pretemporada por la exagerada contratación de futbolistas (15). Algunos de ellos llegaron con una marcada falta de rodaje debido a lesiones, poca actividad en su anterior club o inactividad prolongada, como es el caso de Daniel Díaz, que se había retirado en febrero. La dirigencia y Gastón Esmerado decidieron apostar y el tiempo dirá si acertaron un pleno o se quedaron con las manos vacías.

En el primer acto de este nuevo equipo, el "Gato" se inclinó por un 4-4-2 flexible, con extremos en las bandas que convertían el dibujo en un 4-2-4, ya que Valentín Viola y Matías Santos, ambos refuerzos, sufrieron lesiones que los marginaron del debut. Y Chicago padeció la ausencia de un conductor y de volantes con ida y vuelta, por eso le costó elaborar, y por ende, llegar al área rival. Hubo demasiados pelotazos para el doble 9 (Asenjo y Horacio Martínez) y salvo en esporádicos momentos, la pelota no corrió al ras del piso, más allá del irregular estado del campo de juego.
 
Horacio Martínez y Nelle en el aire (Foto: Daiana Vitale)

Este "Torito" fue dos equipos en uno. Del medio para atrás resolvió los problemas que le causó la visita, prácticamente no corrió riesgos más allá de algún remate de Mauricio Alonso. La última línea fue liderada por Daniel Díaz, quien a los 40 años tiró su experiencia y visión de juego al campo para cumplir un muy buen debut. Los cuatro defensores colaboraron con la pareja de medios (Nelle y Miceli), que se encontró desprotegida por la ausencia de volantes en las bandas. Una situación que produjo una habitual subida de Izco y Martínez, ambos de aceptables rendimientos. 

Del medio hacia adelante, hubo pocas ideas, escasas asociaciones y casi nada de juego por los extremos. Más allá del gran desgaste de Asenjo y el acompañamiento de Horacio Martínez (de mayor a menor), a Chicago le faltó un armador. Brizuela -habrá que darle más chances- no asumió ese rol y Araujo se ancló en su zona, y se quedó en algunos buenos movimientos que generan esperanza.
 
Esmerado comprendió que el dibujo táctico necesitaba modificarse y pasó al 4-2-3-1 con el ingreso de Mater en la banda derecha y la salida de Horacio Martínez para dejar solo a Asenjo. Luego, Baima entró para jugar atrás del delantero y a la izquierda se sumó Santiago González, quien aportó gambetas y revolucionó la apatía reinante. Pero esa mayor movilidad no significó mayor cantidad de llegadas, pero sí varió la intensidad del equipo. 

Con orden y presión en el medio, Morón siguió el libreto de "Cacho" Sialle para evitar ser quebrado. Y cuando el "Torito" rompió el cerrojo, apareció Salvá para tapar el remate de Brizuela en el primer tiempo, y desviar un potente tiro libre de Diego Martínez en la segunda parte. Fue empate en cero, que le sirve más a la visita, pero para el "Torito" por ser la primera función, no es un mal negocio, aunque deberá elevar el nivel y encontrar su patrón de juego. 

Fotografías: Daiana Vitale