Nueva Chicago empató esta tarde en
Mataderos ante Ferrocarril Oeste uno a uno, en un encuentro en dónde el
verdinegro contó con situaciones claras pero no concretó y le costó los tres puntos.
El
conjunto dirigido técnicamente por Omar Labruna, sabía que hoy, era una chance
inmejorable de lavar la imagen dejada fechas atrás, ya que se jugaba con uno de
los rivales más débiles de la categoría y en casa, ante su propio público. El
arranque fue esperanzador, Chicago fue dueño del mediocampo y con Gomito
recostado sobre la izquierda junto con Barbona que volvió de su lesión, intentó
poner en riesgo al arco defendido por Damián Albil. Situación que concretó
rápidamente, cuando Sebastián Matos recibió solo a pocos metros de los tres
palos y la mandó a guardar para que la gran cantidad de gente que fue pese al
día y horario, reviente sus gargantas.

En
el complemento el trámite no varió. Chicago no era más que su rival pero tenía
todo bajo control. Lemos volvió a hacerse dueño y Sainz cubrió bien sus
espacios, pero un blooper de Sanchez, más la influencia del viento provocó que
Caballero cumpla con su oficio de 9 y no perdone la mala salida del uno local,
convirtiendo así, el empate en la única jugada que tuvo.
De ahí
en más, el nerviosismo jugó su partido y las piernas no dieron más. Baldunciel,
Mendoza y Melo por los abatidos Gomito, Ruiz y Barbona fueron la esperanza de
un técnico que no le encuentra la vuelta al esquema, ni a sus jugadores.
Chicago intentó y contó con dos claras para quedarse con los tres puntos pero
ni Baldunciel, ni Mendoza pudieron definir con certeza y quedaron con el grito
atragantado.

Omar Labruna deberá trabajar mucho en la
semana para poder enderezar este barco que de a poco pierde su rumbo. Se viene
Douglas en Pergamino, y hay que ganar...