Con un golazo de Monteagudo, Nueva Chicago consiguió una gran victoria en en la Tacita de Plata ante Gimnasia y sigue metido en la lucha por el campeonato. Crónica del primer triunfo de la historia en Jujuy.
Por Fabián Rodríguez
Walter Perazzo quedó disconforme con el rendimiento colectivo e individual ante Defensores de Belgrano y lo hizo saber al grupo: cuatro cambios (uno obligado por sanción) para visitar al siempre complicado reducto de Gimnasia de Jujuy. El entrenador le dio pista a Monteagudo, Miceli, Pitu González y Franco en lugar de Martínez (suspendido), Valdez Chamorro, Orfano y Sánchez Sotelo. Buscó mayor contención en el medio, un conductor para los ataques y presencia aérea.
El equipo reaccionó. Encontró su Norte. Demostró firmeza mental, carácter y hambre. Virtudes que se repitieron cada vez que jugó lejos de Buenos Aires. Por eso ganó en Puerto Madryn, Rafaela, Santiago del Estero y también hizo lo propio en Jujuy. Con Gimnasia sufrió de entrada pero mantuvo el cero por los reflejos de Agustín Silva. Y en el primer ataque, gracias a la inspiración de Melo, logró la apertura del marcador. El 7 verdinegro le aporta ese desequilibrio individual en los metros decisivos que el equipo y el entrenador precisaban para ir en busca del título.
En la semana previa, Perazzo planificó el partido con la posesión para el conjunto local. Por ello agregó a Miceli en busca de equilibrio, ya que ante Defensores se notó un equipo partido al medio. Y así fue el desarrollo de los primeros 45'. Con el empuje de Frezzotti, la dinámica de Sufi y algunos movimientos de Córdoba, el "Lobo" trató de filtrarse en el área. Sin embargo, encontró espacios con envíos frontales y laterales. Una cuestión que Chicago había trabajado en Mataderos. Por eso se generó una gran molestia cuando Frezzotti estampó el 1-1 de cabeza, al escaparse de Juárez, tras un tiro libre.
El "Torito" volvió a la cancha con otra intensidad. Afiló los cuernos en el entretiempo y se paró unos metros más adelante. Con la conducción de "Pitu" González más las apariciones de Melo manejó el inicio del segundo tiempo. Pero Gimnasia, urgido de puntos para evitar el descenso, reemplazó la elaboración y la tenencia con empuje. Y tuvo el 2-1, pero Córdoba reventó el travesaño. Fue un susto que provocó una reacción de coraje.
Juárez se adueñó del medio. Cortó, anticipó, distribuyó y hasta se animó a pasar al ataque. Desde una recuperación suya nació el 2-1. Quitó y asistió a Melo, que con sapiencia desde el ángulo del área grande habilitó a Monteagudo, quien a la carrera sacó un zurdazo rasante que se metió en el primer palo. Golazo del lateral, que supo aprovechar la chance en su primer juego en el 11 inicial.
Tras el gol verdinegro, Gimnasia se desesperó. Morales Santos metió cambios ofensivos y sus jugadores sintieron la presión. En su afán de recuperar rápido, Ferreyra le cometió infracción a Melo y recibió la segunda amonestación. Entonces, Perazzo cerró espacios con el ingreso de Soto, que corrió sin tregua, y el "Torito" tuvo algunas ocasiones para liquidar el juego. No lo hizo, aunque la solidez de la última línea impidió el empate local. Así, Chicago consiguió tres puntos de oro en la "Tacita de Plata", donde no había ganado en los ocho partidos anteriores, y con la derrota de Sarmiento quedó a una unidad de la cima y con un partido menos.
-Fotografía: Prensa Gimnasia y Esgrima de Jujuy.