"TODAVÍA ME DA ESCALOFRÍOS RECORDAR EL GOL ANTE BELGRANO"

Cristian Pellerano dialogó con Mundo Chicago y contó sus experiencias en Nueva Chicago, donde ascendió a Primera División en 2006. Además recordó anécdotas, repasó su carrera y detalló que será de su vida en los próximos años si regresa a jugar en la Argentina.
El actual volante de Independiente del Valle disfruta de un momento único en su actual club, último campeón de la Copa Sudamericana. “El equipo estaba para el título, lo hicimos de gran manera, fuimos superiores a los rivales y contra Corinthians sentí que el equipo estaba en condiciones de ganar la Copa”, soltó el experimentado jugador de 38 años que, por su edad y trayectoria, es uno de los referentes del conjunto ecuatoriano. “Tomo con naturalidad ser el referente. La gran mayoría de los chicos piden consejos y tratamos de dárselos desde la acción, porque no va solamente desde la palabra, sino desde el día a día como en el entrenamiento, llegar temprano, cuidarse y entrenarse como se debe” comentó Cristian.
En dicho certamen, Pellerano fue una de las figuras y el jugador con mayores pases gol de la Copa. Su buen desempeño llamó la atención de propios y ajenos y él se encargó de explicarlo. “Gran parte de mi vigencia se da por no haber sufrido lesiones graves. Ahora los clubes están más en todos los detalles como la alimentación, el peso diario, los estudios de fuerza. Eso ayuda muchísimo más al profesional y a estar en forma”, describió en una charla con Mundo Chicago (sábados a las 11 por AM 1290 radio Interactiva).
A los únicos que no sorprendió la actuación de “Pelle” en la Sudamericana fue a los hinchas de Chicago. Club que lo disfrutó en la temporada 2005-2006 tras haber jugado anteriormente en Defensores de Belgrano, equipo en donde sufrió el descenso a la B Metropolitana. La vida da revanchas dicen y al volante central le llegó rápido, ya que tras esa campaña con el “Dragón”, se sumó al “Torito” para subir a Primera. “Cuando pasó lo de Defensores, lo que menos pensaba era lo que me iba a suceder el año posterior. Mis primeros seis meses en Chicago fueron difíciles, me tocó jugar en una posición que no estaba acostumbrado, la de volante por afuera. Cuando llegó Rodolfo (Motta) lo hablé con él, quería jugar de volante central y que iba a esperar mi oportunidad”, sintetizó sobre su arribo al verdinegro.

El por ese entonces DT de Chicago entendió el pedido del ex Atlanta y lo ubicó en el lugar que había pedido el jugador y fue ahí donde recuperó su nivel y se transformó en una pieza clave del equipo. La incidencia de Motta fue clave para mejorar su performance y en sus declaraciones lo dejó en claro: “Con Rodolfo dí el salto de categoría. Creo que fue un antes y un después en mi carrera para poder seguir creciendo y mejorando”.

La B Nacional nunca fue fácil y en ese torneo, Chicago iba a sufrir demasiado, como por ejemplo en cancha de Huracan, cuando el “Torito” enfrentó al equipo de Parque Patricios y, con nueve jugadores, se pudo llevar los tres puntos a Mataderos con dos goles de Lucas Simón. “La manera que ganamos ante Huracán fue bisagra. Creo que ahí el equipo demostró que estaba para cosas grandes. Nos arrimamos a la punta y en la última nos tocó jugar contra Talleres y le jugamos un partido bárbaro. Conseguimos el título de campeón”, destacó.
El conjunto de Mataderos era campeón, pero aún faltaba seguir sufriendo para ascender. Dos finales con mucha polémica ante Godoy Cruz postergaron ese ansiado deseo y rápidamente hubo revancha ante otro equipo Cordobés, el “Pirata”. “Contra Belgrano volvió a salir ese equipo que apareció en varios momentos. Por suerte nos la pudimos llevar y fue una de las mejores finales de ascenso a nivel apasionante”, contó entre risas. Su participación ante el “Celeste” fue por más que destacada, ya que en el tiempo suplementario fue uno de los jugadores que convirtió para empatar la serie 3 a 3: “Me agarra escalofrío cuando recuerdo el gol contra Belgrano. Fue un momento inexplicable, fui por el medio y sabía que me iba a llegar la pelota, me pica antes y me cagué todo pero por suerte controlé, la empujé y cuando entró me aflojé y fue un gran desahogo para todos”.
Llegó el momento de debutar en Primera y tras un arranque poco fructífero ante Racing, con derrota por 2 a 0, se vino la presentación en Mataderos, ante Argentinos Juniors. El resultado iba a ser ventajoso para los locales, pero lo más llamativo es que la victoria por 3 a 2 se dio gracias a que Pellerano fue autor de dos tantos, el otro lo había convertido Higuaín de penal. “Jugar en Primera ya era un sueño y fue algo raro. Nunca me había tocado hacer dos goles en un mismo partido. Esa noche me tocó convertir el del empate y luego el de la victoria. Nico (Sánchez) se jugó la vida en el último gol y me quedó el rebote. Controlé y metí un fierrazo porque no quedaba otra. Por suerte quedó para la victoria”, se sinceró desde Ecuador.
Tras unos buenos seis meses en la elite del fútbol argentino (con golazo a San Lorenzo incluido), tocó el momento de la partida de la institución. El destino sería Racing, curiosamente el primer rival a enfrentar por el Torito en Mataderos cuando se reanudó la competición. “La idea mía era seguir seis meses más en Chicago, pero el club necesitaba que entre dinero y en ese momento era el único jugador al que le había llegado una propuesta. Yo sabía que la primera fecha era con Chicago y de visitante, la verdad es que era un combo explosivo. Tuve sensaciones encontradas, la gente me recibió espectacular y fue muy difícil cuando te toca jugar con un ex equipo, nunca me había pasado. Fue difícil por el cariño que uno le tiene a Chicago”, rememoró Cristian.
El cariño de la gente sigue vigente y en las redes sociales, como Instagram, se lo hacen notar: “No soy de usar las redes, pero cada vez que entro hay un mensaje de algún hincha de Chicago y me hacen sentir su cariño”. Dentro de ese sentimiento, alguno que otro pide por su regreso, pero ante esos pedidos Pellerano pone los pies en la tierra y pese a sus ganas, sabe que puede ser difícil una vuelta, aunque no lo descarta. “Mi vuelta no pasa por una cuestión económica, pasa por decisiones familiares. Uno tiene señora, chicos, el colegio y son muchísimas cosas que pasan por la cabeza de uno para poder decidir. En caso de volver para el país y seguir jugando, sin dudas es Chicago o Atlanta, no hay espacio para otro equipo. No me gusta decir que me voy a retirar en Chicago porque el destino y las decisiones te llevan para otro lado y sos esclavo de tus palabras. Por eso prefiero ser frontal”, concluyó un jugador que dejó muy lindos recuerdos y que aún tiene tela para cortar. A sus 38 años se siente más vigente que nunca y, por el momento, la pelota seguirá rodando en su vida.