UNA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

Con un gol de Vázquez, Chicago venció 1-0 a Barracas Central como visitante y sumó de a tres por primera vez en el torneo.

(Prensa Nueva Chicago).

Por Fabián Rodríguez

"Es la luz de fútbol", Rubén Forestello lo dijo una y otra vez en referencia a Alexis Vázquez. El actual 10 de Nueva Chicago es ese jugador que hoy se valora, pero que en el pasado -lejano e inmediato- debió superar muchos obstáculos y esperar oportunidades brindadas en pequeñas cuotas ante otros futbolistas que sin realizar méritos acumularon minutos y partidos. Durante diferentes ciclos, el "Negro" tuvo que esperar una chance en el banco de suplentes o ni siquiera era citado, como en julio de 2019, durante la etapa de Gastón Esmerado, cuando querían cederlo a Justo José de Urquiza en la B Metropolitana. Pero siguió adelante, hasta que en febrero de 2020 sufrió una lesión ligamentaria y estuvo gran parte del año en recuperación. Volvió para este campeonato y es la pieza que le aporta juego a un equipo de vuelo bajo y ante Barracas Central, luego de tantas malas, consiguió el gol del triunfo, el primero en el torneo. 

Estos tres puntos no cambian el futuro del "Torito" en el campeonato. Sólo suman para el ánimo del plantel y, de manera temporal, para el hincha que sufrió tantas penurias en los últimos 18 meses (una cantidad que aumenta si se piensa en la campaña 2017/2018 en la que se salvó del descenso ante Ferro en Caballito). Esta victoria no mejora ni olvida los problemas transitados, tampoco la incertidumbre por el futuro, pero sí genera una sonrisa que, a decir verdad, hacía mucho no se mostraba. El ejemplo fue esa corrida y ese abrazo que Alejandro Melo se dio con algunos de sus compañeros en la mitad de cancha. Parecía la secuencia de un equipo clasificado a la segunda parte del torneo en busca del ascenso, pero no. Es la imagen de un desahogo, de un presente que duele y que muestra a Chicago en la anteúltima colocación, luego de más de un año dejó la peor posición. 

A pesar de los 12 puntos de distancia que había en la tabla, el que llegó a Olavarría y Luna en el último lugar tuvo un mejor rendimiento que el que estaba primero. El conjunto de Mataderos tomó la iniciativa desde el comienzo a través de la conducción de Vázquez, la movilidad de Castillón y Melo por las bandas, y la subida de Barrios por la derecha. Más allá de algunos remates de media distancia del "Loco", que se fueron desviados, las chances concretas de gol llegaron por vía aérea: a los 26', Martínez desbordó por la izquierda y Aranda -sin marca- sacó un cabezazo que pasó cerca del arco local, y en el minuto 39' Castillón desequilibró por la derecha y envió un centro que Melo -cerca del área chica- cabeceó por encima del travesaño.



A Barracas Central le costó progresar en el campo, lo hizo a través de la subida de su lateral derecho, Matías Acuña, pero le faltaron cómplices para provocar riesgo en el arco de Adrián Peralta, quien reemplazó a Alan Minaglia por decisión de Forestello. El conjunto local tuvo una sola ocasión de gol a través de una pelota parada que Leonardo Buter cabeceó desviado a los 35'. Muy poco para un equipo que clasificó como segundo (San Martín finalizó primero y Belgrano no pudo vencer a Alvarado en Córdoba) y buscará el segundo ascenso a Primera. 

En la segunda etapa, el equipo local mostró mayor agresividad y contó con algunas situaciones de gol a través de Estigarribia (remate desviado), Trecco (tapada de Peralta) y Romero (cabezazo en el final que pude ser el empate). Sin embargo, Chicago se mantuvo en su juego, a pesar de las carencias que mostró en todo el torneo: orden, velocidad por las bandas y tratar de aprovechar los espacios que el local dejó en su sector. Y el gol llegó con una jugada que inició Melo, que sacó un centro cruzado que derivó hacia Castillón, que bajó el envío para que Vázquez la empujara entre las piernas de Mariano Monllor. Un gol que valió una victoria y que haya un poco de luz al fínal del túnel.