El actual
masajista de la Selección Argentina, Marcelo D’Andrea, más conocido como “Dady”,
pasó por los micrófonos de Mundo Chicago para hablar de su cariño por el club,
su experiencia en el plantel del Torito y también para contar su proyecto junto
con Pablo Guede que nunca prosperó.
"Dady" de remera blanca y pantalón rojo, posa junto al plantel en Mataderos |
Actualmente en
Rosario con su familia, “Dady” se prestó unos largos minutos para hablar de
sus orígenes, de sus comienzos como profesional a principio de los años 90: “Chicago fue para mi, el
primer amor. Porque arranqué en el fútbol con Victor Pardo. Estuve siete años
trabajando en el club. Comencé porque Chiche de Trabajo me llevó a Reserva y luego
Pardo me subió a Primera. Siempre he tenido el respeto y cariño que se merece
la institución.”
Su carrera fue en
ascenso con el correr de los años y en sus inicios, acá en Mataderos vió pasar
grandes jugadores con la verdinegra, como por ejemplo “Pocholo” Sánchez y Christian
Gomez que comenzaba a lucirse: “A “Gomito” lo conozco desde los 14 años fui a
comer a su casa, compartí cosas con su familia. Christian es un símbolo muy
grande como lo es también “Pocholo” Sanchez y muchos otros que pasaron por
Chicago desde inferiores. Hoy sigo teniendo esa amistad con ellos y los mejores
recuerdos de todo lo que hicieron por el club”.
Su paso por el
Torito le dejó varias amistades que luego se terminarían transformando en
piezas fundamentales para su llegada a la Selección. Arribo que se dio en el
año 2000 cuando Gabriel Omar Batistuta, acostumbrado a su club Fiorentina,
solicita un masajista para que acompañe al seleccionado. Fue allí dónde D’Andrea
es advertido por Rodrigo Burela y Marcelo Elizaga, ex jugadores del verdinegro:
“Había cinco masajistas. A ellos le gustaba
algo del Nacional B, que tengan otros principios. Fui a la entrevista y al otro
día empecé a trabajar. Tengo que agradecerle mucho a Burela, a Elizaga y al
doctor Villani que fueron los que me ayudaron a poder tener la charla y
arrancar. Ya van a hacer 22 años que estoy ahí”.
D'Andrea y Lionel Messi. Una foto recurrente de ya más de 13 años... |
Desde ese
entonces, hasta el día de hoy Marcelo nunca salió de ese selectivo lugar dónde
compiten los mejores jugadores del país. En 22 años dentro del seleccionado y con cinco mundiales en la espalda (desde Corea-Japón en 2002, hasta la fecha),
muchos ya lo tienen marcado por el club del cuál es hincha y él no se achica: “Siempre transmití algo de Chicago adentro del plantel. A
Crespo lo volvía loco con Chicago. Es más la generación de ahora me carga.
Siempre traté de dar una imagen buena. El corazoncito está ahí”.
Pese al prolongado
tiempo en la Selección y a estar con grandes jugadores, su cabeza no deja de
pensar en el club de sus inicios. De hecho, en el 2014 dialogó con Pablo Guede
y ayudó al ex DT del Torito: “Yo con Guede me puse a disposición,
le hicimos estudios a los jugadores, tuvimos nutricionista. También el esfuerzo
de los jugadores y del cuerpo técnico fue muy bueno porque entendieron lo que
yo quería hacer. Hasta descubrimos cuatro chicos con problemas cardíacos. A mí
me interesa mucho el proyecto con inferiores. Sin herramientas no podés llegar
a nada”.
Su vínculo con Chicago en 2014 fue muy fuerte y no
sólo donó su centro médico para que se hagan estudios sino que también
acercó un jugoso proyecto que incluía varias remodelaciones: “En 2014 yo llevé
un arquitecto para hacer unos buenos consultorios, gimnasios y vestuarios. Pero
cuando me senté en la mesa chica me dijeron si yo pensaba que esto era el
Barcelona. Me ofendieron, me sentí un poco discriminado”. Su bronca,
siete años después, aún pareció no cesar y el actual masajista de Messi volvió
a hacer hincapié en dicho acontecimiento:
“El proyecto era muy bueno, sin pedirle plata al club, era venir con una
empresa a hacer cosas buenas para aportar al club. Un vestuario es todo, si no
es donde está la comodidad del jugador, te demuestra en que circunstancia está
el club”.
La dirigencia por ese entonces ninguneó el proyecto y lo
desestimó. Fue ahí dónde D’Andrea decidió frenar la pelota y alejarse de la
institución de manera indeterminada: “Me tuve que alejar un poco, hacer la mía.
Seguí teniendo contacto con gente que quiero mucho en el club, pero a un
costado. Hay gente que no entiende que para hacer las cosas bien no se necesita
lucrar con el club”.
Hoy en una crisis institucional muy grande y con
severos problemas económicos la situación es aún más difícil pero el
protagonista, de 51 años y que fue recientemente padre, no baja los brazos: “Hay
muchas cosas en donde estamos atrasados. Chicago sería un club muy bonito si le
damos la importancia como se merece. Podríamos tener un club muy lindo, competitivo.
Tiene una hinchada extraordinaria y socios que cuando haces las cosas bien
cumplen. Entonces duele que cada vez que fui no pude aportar lo que uno sabe
para ayudar al club.”
El cambio de comisión directiva, propone una bocanada
de aire fresco y nuevas caras, nuevas ideas y proyectos. Es por eso que Marcelo
no descarta que esto, algún día pueda cumplirse: “A mi me gustaría dar un
proyecto de ideas de cosas que puedan ayudar al club a levantar la cabeza. Son momentos difíciles
para trabajar. Tiene que haber una vuelta de hoja en todo esto si realmente
quieren al club. Hay que sacar lo político y pensar en los colores. Hay mucha
gente atrás que puede ayudar y hacer las cosas bien sin tocar nada de lo que es
del club y de sus beneficios. Simplemente porque ama, porque es del barrio,
porque tiene intenciones buenas y tiene ganas de estar un domingo viendo a su
club en Primera con fuerza en AFA, prolijo. Siempre tapamos un pozo, tapamos
otro pero nunca dejamos la calle lisa e iluminada”.
Sus sentimientos se
fueron aflorando cada vez más con el correr de los minutos y ese “gigante”, con
una impronta seria que siempre está al lado de Lionel Messi en la Selección
cada vez se desvanecía más y se le notaba el lado más humano que tiene la persona.
Es por eso que, más haya de que se ha hablado de la Selección en el medio de la
entrevista decidimos cerrarla con un mensaje suyo para los verdaderos hinchas
de Nueva Chicago y esto es lo que salió: “La gente deja todo por Chicago,
quiere lo mejor y a veces discriminamos y alejamos a la gente que quiere hacer
cosas. A la gente le digo que no baje los brazos que es un club hermoso. Ojalá
que esta dirigencia pueda llegar a un objetivo bueno, para que el club quede en
la historia otra vez”.
Escuchá la entrevista completa en nuestro canal de You Tube: